En México, según datos de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera hay 2 millones 237 mil 626 personas con deficiencias visuales y más de 415 mil 800 con ceguera, muchas de las cuales carecen de atención integral y acceso a servicios de salud oftalmológica.
Victoria Castañeda, presidenta del Centro Mexicano de Salud Visual Preventiva, indicó que los principales problemas de salud visual que afectan a los mexicanos son catarata, retinopatía diabética, degeneración macular relacionada con la edad, glaucoma, retinopatía del prematuro y errores refractivos.
En el mundo se estima 253 millones de personas con ceguera o deficiencias visuales por causas tratables o prevenibles. Hay 36 millones de personas ciegas y 217 millones con deficiencia visual moderada y grave en el mundo. Además mil millones de personas viven con problemas de agudeza visual que pueden ser corregidos con el uso de anteojos.
La Sociedad Mexicana de Oftalmología dispone acciones para reducir en 25% la ceguera evitable y la discapacidad visual para 2019. Indica que es importante destinar mayor presupuesto a la salud visual, invertir en formación, innovación e investigación, así como integrar la salud ocular en todos los niveles de atención de la salud pública, situación que parece muy formal y necesaria, sin embargo un paciente con un accidente serio con repercusiones en la función de un ojo, o con un ataque agudo de Glaucoma o desprendimiento de retina, padecimientos que se presenten en fin de semana, difícilmente serán tratados de manera adecuada aún por la medicina privada.
Este principio natural de solidaridad para con la sociedad a la que el médico se obliga a servir queda en el olvido ante los compromisos sociales o de descanso del fin de semana. Se liquida el compromiso de ayudar al paciente pues no se localiza oftalmólogo que lo atienda ni en el medio privado, así que antes que la Sociedad Mexicana de Oftalmología plantee obligaciones de terceros para con la sociedad, debe poner el ejemplo y asegurar a la población que un accidente serio o una enfermedad aguda importante serán atendidos en fin de semana por un especialista que se nombre por la Sociedad o el Colegio correspondiente y el Sector Salud local, con acceso a un hospital en caso necesario para la atención sea cual sea la condición social, económica, de derechohabiencia del paciente.
Cuando un gobierno, el sector Salud y un Colegio de especialistas carecen de la sensibilidad de servicio que les lleve a organizarse y hacer realidad el principio de accesibilidad y de equidad en la atención de urgencias oftalmológicas, todos los planes y proyectos que requieren de presupuesto son buenos deseos que llevan a paciente y familia al infierno que significa recorrer hospitales y consultorios sin encontrar quien brinde atención especializada, oportuna y resolutiva.
Francisco Navarro Reynoso, director del Consejo Nacional para la Prevención y Tratamiento de las Enfermedades Visuales, señaló que se realiza un programa de prevención y tratamiento por medio de 10 estrategias, entre ellas, lograr un diagnóstico rápido, identificar errores de refracción en niños y formación de recursos humanos, pues en el país hay 3 mil 500 oftalmólogos. Tan sólo un buen deseo y una brillante declaración.