Claro que se requiere reforma en el poder Judicial, pero la reforma del Presidente no busca resolver el eje de problemas que impiden impartición de justicia, con acceso parejo a pobres y ricos, igual de efectiva, imparcial y expedita.

¿Por qué los mexicanos denuncian el 10% de los delitos que sufren? ¿Por qué de ese 10%, apenas 5% merece sentencia? Esto es lo que duele en el espíritu y mata la confianza hacia un régimen, sin embargo, el presidente López goza de la confianza social, por encima de países de primer mundo, de acuerdo al reporte de la OCDE. Tal vez porque los ciudadanos de primer mundo armarían una revuelta con los porcentajes señalados, mientras los mexicanos, “mucho pico, mucho lomo”.

El sistema político y de justicia opera para sectores de privilegio, al margen de aplicación de la ley: la Banca que lava dinero, que aplica comisiones bajo leyes. Se atraca el dinero público con impunidad. Millones de personas no tienen acceso a un Fiscal en dialogo parejo. El que llega, excepto recomendado o con dinero, está “ante la autoridad” y acepta lo que se diga.

Todo tipo de estafadores opera con publicidad en medios de comunicación sin que la autoridad correspondiente investigue. Medicamentos, terrenos, viajes, trabajo, complementos alimenticios, línea de belleza y estética, etc., un panorama amplio de operación al margen de la ley con impunidad. Los órganos que regulan productos y actividades no son del poder Judicial, son del Ejecutivo, ahí radican estafa, robo, impunidad, crisis de justicia.

La Hora 25: Elegir jueces no va a mejorar el acceso a la justicia. Los aspectos a arreglar están en los juzgados de primera instancia, defensoría pública y fiscales. Hacen sentir a las personas que la aplicación de la ley es arbitraria y caprichosa, sujeta a poder total, que el castigo no se apega al principio de justicia y que, para evitar los abusos e injusticias, hay que pagar y tener un buen y decente abogado.

En México, quien tiene dinero o influencia puede evitar la arbitrariedad con la que funciona el sistema de justicia desde las Fiscalías. Inexplicable que estos graves y añejos problemas de acceso y legalidad no sea el eje de la reforma. Todo cambiaría si se protege al ciudadano del abuso del sistema de justicia en el primer contacto pues integra expedientes y se da camino a una sentencia o a ser absuelto en un tortuoso camino que requiere soborno. Extorsión con autorización.

Cambiaría el sistema de justicia si todos y no sólo quien tiene capacidad económica es protegido frente al abuso por el sistema de justicia de manera ágil, sin embargo, la justicia se hace visible solo con dinero.