De las notas que se repiten cíclicamente, el inicio del ciclo escolar es de fantasía. La educación gratuita cuesta mucho. La relación de material que se solicita al alumno en nivel primario cuesta centenares de pesos y la obligada cuota para los padres de familia que en realidad es una cuota por alumno. Cada año se repiten quejas, denuncias, abusos sin que la autoridad escolar actúe en favor de la educación. Añada al negocio la venta de alimentos, bebidas y golosinas que se procura por el alumno en la escuela.
Se presenta al auditorio las opiniones de unos cuantos padres respecto de cuotas y de útiles escolares, se habla de que no debe aplicarse cuotas y de lo caro de los materiales, se plasma el salvajismo al que someten en las escuelas a los padres de los alumnos, y asunto concluido, en unos días deja de ser noticia. En un año, será nota.
En el caso de colegios, el salvajismo es demoniaco aunque algunos colegios sean religiosos, pues hasta moños para el cabello y calcetas con logo se obliga al padre del alumno a adquirir. Los libros que se vende al alumno son caros y viles copias fotostáticas y la autoridad los deja que hagan negocio estilo usura pues se trata de colegios privados, sin embargo el hecho de que sea privado porque cuesta, no es patente de corso para piratear dinero hasta con las famosas kermeses.
Así que no es de extrañar que Héctor Salazar Escobar, titular de la secretaría de Educación en Tamaulipas y dueño de escuelas privadas, se sume a la muy larga relación de titulares de la educación que jamás se comprometieron con los padres de familia para para poner orden en las escuelas, y es que “meterse con el dinero que no es de uno”, causa graves problemas.
Y ni pedirle a los Diputados su intervención al respecto pues para no batallar y no quedar mal, oficializaron los “puentes” convirtiendo el lunes en festivo según la fecha a celebrar de acuerdo al calendario oficial. Hay que agradecerles que no le añadieran más días festivos al obsoleto calendario oficial.