Se pasaron de “bombardeo” fue la expresión que reporteros usaron como chascarrillo para cuestionar al gobernador sobre los beneficios del bombardeo de lluvias en Tamaulipas, al hacer referencia al aguacerazo de ayer en Victoria, lluvia que, por cierto, hace mucho no se sentía en la ciudad.
De hecho, el acumulado de lluvia en Victoria casi alcanza el máximo histórico que se reportó en el 2021 con 70.7 milímetros en un solo día, este lunes fueron 70.6 y si, si tuvo mucho que ver el bombardea realizado el lunes en la región centro del estado.
El pronostico que se tenía de precipitaciones era de un 70 por ciento y gracias al ejercicio se logró un 100 por ciento trayendo beneficios para los municipios del centro del estado; esta es la primera vez que se estimulan lluvias en la ciudad pues los tres anteriores ejercicios fueron para beneficiar a los municipios ubicados en la frontera, aún así, estas no son suficientes para recargar los mantos acuíferos.
El asunto del agua es serio, hay gobiernos como el de San Luis Potosí en donde hicieron obligatorio la implementación de aditamentos para captar agua de lluvia en la construcción de nuevas viviendas para así poder aprovechar el recurso al máximo, lo que bien pudieran implementar en Tamaulipas. En el 2020 senadores de la república y representantes de asociaciones civiles buscaron hacer obligatoria la captación de agua de lluvia para usos industriales, higiene, cultivo, complejos habitacionales o actividades comerciales, a fin de reducir la escasez de este líquido sin embargo esta no prosperó.
Creemos fiel mente que, si existe voluntad política, desde el Congreso del Estado pudieran implementarse acciones como las descritas, o la del semáforo del agua que ya implementaron para salvar a la entidad de la sequía, un problema que se agrava con los años.
Es increíble como gente con poder para cambiar las cosas está concentrada en cosas superficiales e inútiles en lugar de enfocarse en lo verdaderamente importante.
Por cierto, nos quedamos pensando en los miles de pesos que gastaron los alcaldes de Soto La Marina, Antonio Medina y la de San Fernando, Maybella Ramírez para llevar a la influencer erótica “Karely Ruiz” a las playas La Pesca y La Carbonera, respectivamente, espectáculos que denigran la imagen de la mujer y recursos que bien pudieron haberse implementado para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de estas humildes comunidades.
¡Digo!
Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales