La Comisión Nacional de Justicia Partidaria, del PRI, usó 22 páginas en explicaciones técnicas legaloides, para decirle a Enrique Cárdenas del Avellano, que su petición de liberar la convocatoria para elegir nueva directiva estatal en Tamaulipas no es procedente y que se tiró a la basura.

Cárdenas del Avellano, ex presidente estatal del PRI, sabe de estos trucos y ni se inmutó. Ahora apela a la intervención del árbitro electoral, estatal o nacional, para obligar al PRI de Enrique Ochoa Reza, a cumplir lo que ordenan sus propios estatutos.

Este litigio ya se hizo viejo y la única ganona es Aída Zulema Flores Peña, pues en su calidad de presidenta interina del partido tricolor hace un uso discrecional de las prerrogativas que le entrega mensualmente el gobierno, superior a los tres millones de pesos.

El PRI de Tamaulipas está en liquidación a pesar de la inminencia de la elección presidencial, de renovación del Congreso de la Unión, y de presidentes municipales.

Un veterano periodista que ha prestado servicios profesionales en el gobierno y en el PRI, se lamenta de la ingratitud de tantos políticos que se hicieron millonarios en el servicio público, y que ahora no mueven un dedo en favor de ese partido.

Todos ellos están esperando que se produzca una solución milagrosa que no les cueste un peso y que les permita seguir escalando posiciones para mantenerse unidos a la ubre, casos concretos de Baltazar Hinojosa Ochoa y Edgar Melhem Salinas.

La Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI explica en su mamotreto, que no tiene razón Enrique Cárdenas del Avellano en su reclamo de protección a sus derechos políticos, debido a que hizo un mal cálculo aritmético.

Aída Zulema Flores Peña tenía un plazo de 60 días para convocar a la elección de un nuevo presidente estatal en sustitución de Rafael González Benavides, que aventó el arpa debido a que Egidio Torre Cantú le regaló como compensación de salida, una diputación local, plurinominal.

Aída Zulema le pegó al occiso, no convocó y desde entonces se ha embolsado un impresionante número de billetes, aunque las malas lenguas aseguran que han ido a parar a las alforjas de Egidio Torre Cantú.

La sesuda explicación aportada por el CEN del PRI, es que Cárdenas del Avellano contabilizó en el plazo legal para convocar a elecciones, los días inhábiles, de tal manera que Enrique se equivocó por siete días en su exigencia, y por ello perdió el pleito.

Los genios del PRI le sacaron la vuelta al meollo del asunto, es decir, la demora en emitir la convocatoria, y se perdieron en explicaciones leguleyas para justificar que no acatan lo que ordenan los estatutos.

Enrique Cárdenas sabía de antemano el desenlace del litigio y por eso le avisó a Enrique Ochoa Reza, que su siguiente jugada política sería directamente en su contra, por estar operando en rechazo de los intereses del partido y de sus militantes, de una manera deliberada.

En otros temas, la nueva secretaria de Salud de Tamaulipas, forastera, nombró a una nueva directora del Seguro Popular, que ella ocupaba, resultando ser, también, otra forastera.

Por supuesto que no tenemos nada en contra de profesionistas ajenos a Tamaulipas, porque pueden ser tan capaces y responsables como nuestros paisanos. Pero nos asalta la duda de si acaso no producen, las universidades locales, elementos capacitados para asumir esas responsabilidades.

Esta columna está rabona este día, por culpa de un viaje precipitado de Reynosa a Ciudad Victoria. No es excusa pero, nos asustó un grupo de halcones apostados en la gasolinería frente a la carretera de cuota que lleva al puente internacional Pharr, Texas.

Se comportan con tanta desfachatez y exhibiendo sus armas, que dan a pensar en que las autoridades los protegen.

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