Muy temprano recibí una llamada telefónica, pero sólo escuché un profundo y sentido sollozo; angustiado pregunté: ¿Qué pasa? Y una voz entrecortada me dijo: Soy yo abuelo, Andrea. ¿Te sientes mal? Le pregunté, y ella contestó: Sí, me siento muy mal, Max, mi perrito, amaneció sin vida, y me duele el alma.
Lo siento mucho mi niña, se cuánto lo amabas, llora Andy, llora todo cuanto quieras, es necesario para que el fuego interior que te quema por la pérdida, se vaya apagando poco a poco. Como la niña no paraba de llorar le pedí pusiera al teléfono a su mamá, pero resulta que ella también estaba muy consternada por el lamentable suceso; lo mismo pasó con el resto de la familia.
No cabe duda que el amor no hace distinciones entre los seres vivos, recuerdo cuando niño sembré unas semillas de frijol, era eso parte de una práctica de la escuela primaria, ésto, para ver cómo se desarrollaban las plantas, el experimento me había entusiasmado tanto que gustoso le platiqué a mi madre, quien me facilitó los materiales: Un frasco de vidrio, dos semillas de frijol, un pedazo de algodón y medio vaso de agua, ambos nos dirigimos a mi habitación y mi madre me iba diciendo paso a paso el procedimiento a ejecutar, al término le dije que la planta debería estar situada en un espacio donde le diera el sol, pues me habían dicho que era indispensable que las semillas estuvieran en un ambiente cálido, me acerqué a la ventana y puse la maceta en un reborde interior, descorrí la cortina y abrí un poco la ventana para que entrara aire, todos los días observé los cambios que fueron experimentando las semillas; las dos plantas fueron creciendo y empezaron a salirse del frasco.
Llegado un momento pude observar unas vainas, mi madre me dijo que eran ejotes. Recuerdo que estaba en plena estación invernal y un día, después de regresar de la escuela, me encontré con ambas plantas marchitas por los efectos del frío, lo que me entristeció sobremanera y me puse a llorar, al escuchar el llanto, mi madre presurosa acudió a ver lo que pasaba y le narré lo sucedido, entonces ella me dijo: Llora todo lo que quieras hasta que sientas que ya no sientes esa presión que sientes en el pecho, no te culpes por la falta de vitalidad de tus plantas, seguro estoy que si ellas pudieran hablar te agradecerían la oportunidad que les distes de vivir una de las etapas más hermosas de su desarrollo; recuerda lo que dijo Jesús: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto”. (Jn. 12:24).
Max un perro de raza Pug tenía 4 años de edad, lo recuerdo desde cachorro, tenía mucha energía, era muy juguetón y sobre todo le agradaban los niños.
Esta raza de perros es de origen chino, suelen ser enfermizos sobre todo de las vías respiratorias (Síndrome de obstrucción de vías respiratorias), ésto se debe a las características faciales, cara plana o achatada, hocico corto (braquicéfalos); es frecuente también que padezcan ulceraciones o lesiones de la córnea, debido a la irritación constante con el pelo del pliegue nasal; también padecen obesidad y problemas del corazón; no toleran bien el calor.
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