Una gran parte de la población está sufriendo en carne propia la acción infame de bloquear el suministro de medicamentos para los pacientes crónicos como la diabetes y de enfermedades catastróficas como el cáncer.

Si ya pensábamos muy mal de la gente que celebra como un triunfo político, cualquier aumento en los contagios o fallecimientos por la pandemia, resulta más despreciable que se trate de lucrar políticamente con el sufrimiento de las familias con niños enfermos de cáncer, por no mencionar lo grotesco y pestilente de quienes de manera inhumana y oportunista quisieron aprovechar el terrible y lamentable accidente de la línea 12 del metro de la Ciudad de México para obtener simpatías electoreras.

A raíz de que se denunciaran y comprobaron las malas prácticas del manejo de los contratos multimillonarios de medicamentos en el sector público en sexenios anteriores, se sancionaron y suspendieron los contratos a quienes hacían los grandes negocios inflando el precio de los medicamentos y simulando servicios subcontratados en el sector salud, beneficiando con los excedentes a políticos y familiares, socios y prestanombres de los malos servidores públicos, que sin más merito que la complicidad se quedaban con los excedentes de éste jugoso y criminal negocio a costa de la deficiente atención de los pacientes y la escases de los medicamentos e insumos para la salud.

Para subsanar el problema de la corrupción en el sector salud, el actual gobierno, promovió una licitación internacional con la mediación de la Agencia de la ONU, UNOPS, para llevar a cabo compras de medicamentos por cien mil millones de pesos.

En febrero de éste año empezaron a surtir mas de mil piezas oncológicas y se ha cerrado la licitación en la que participaron 171 empresas de 17 países mientras algunos laboratorios de México quedaron inhabilitados por la corrupción en la que participaron en el pasado reciente, generando una gran cantidad de pleitos legales que están ocasionando un sabotaje en la distribución oportuna de los medicamentos y están promoviendo con mucha insistencia en las redes sociales y medios masivos de comunicación, la idea de que está sucediendo lo mismo que en Venezuela, como si fuera responsabilidad de un mal manejo del gobierno y no por el daño a la salud y al patrimonio público de quienes corrompieron el sector salud y ahora lo sabotean con la protección de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos y de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica.

El problema es que, aunque haya dinero suficiente destinado para medicamentos, se provoque la insuficiencia real o ficticia de los mismos, tanto en el IMSS, en el ISSSTE, como en los establecimientos particulares. Están provocando que la gente se quede con las recetas sin surtir, estresando y enojando a la población, a costa del deterioro de lla salud de los pacientes y en el peor de los casos hasta su muerte.

En Tamaulipas el Congreso local autorizó a la Secretaría de Salud un presupuesto inicial para la compra de medicamentos e insumos para laboratorios en este año de $69,1millones de pesos, y en el transcurso del primer trimestre del año en curso, se reasignaron recursos federales adicionales por 441,5 millones para Productos Químicos, Farmacéuticos y de Laboratorio, esto es un 538% de aumento, para que no digan que el gobierno federal no apoya a la salud de los tamaulipecos. Sin embargo, la gente sufre el pésimo servicio y la negligencia de los bien pagados funcionarios del sector.

Numeralia:
• Número de personal de enfermería con los que cuentan los Servicios de Salud de Tamaulipas;
• Septiembre del 2020: 4,701; Noviembre del 2020: 3,758, Suspendidos: 943
• Cantidad de Consultas Médicas en Tercer Nivel de atención. Año 2019: 60,689; año 2020: 29,700; reducción: 30,989

Fuentes:
• https://elpais.com/mexico/2021-02-05;
• www.tamaulipas.gob.mx/salud/transparencia-de-la-secretaria-de-salud-de-tamaulipas/