“Creo que daremos por terminado el TLCAN (Tratado de Libre Comercio para América del Norte) en algún momento, dijo el presidente Trump. “Se trata de uno de los peores tratos hechos en la historia. Creo que no podremos llegar a un acuerdo porque México y Canadá han tomado ventaja, especialmente México”. Es un reconocimiento tácito a una decisión equivocada por los Estados Unidos que Trump busca reparar, muy su derecho.
Un grupo de los principales colaboradores de Trump, incluido su yerno Kushner, promueve un plan migratorio que da protección a los dreamers a cambio de que el Congreso apruebe dinero para el muro. Incluye extender el Programa de Acción Llegados en la Infancia que protege 800 mil jóvenes indocumentados, la mayoría mexicanos, a cambio de fondos del Legislativo para prioridades de Trump, entre las cuales figuran mil 600 millones de dólares para el muro con México, recursos para más instalaciones de detención de inmigrantes, reducciones a la inmigración legal y dinero para E-Verify, un programa de verificación laboral.
Propongo un sueño contra Trump. Soñar no significa estar fuera de la realidad o estar enfermo, significa desear algo; así es que si podemos avivar un sueño en la mente de otras personas estamos creando una realidad por la cual se esforzarán. El sur de Estados Unidos está poblado por migrantes latinos que desean vivir con la seguridad que encontraron en Estados Unidos, sin embargo anhelan su vida de origen. ¿Qué sucedería si en esos millones de mentes sembramos un mismo sueño?
Recordemos que por el Tratado de Guadalupe Hidalgo, ( Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América), que se firmó al final de la Guerra de México-Estados Unidos por los gobiernos de México y los Estados Unidos el 2 de febrero de 1848, y se ratificó el 30 de mayo de 1848, México cede más de la mitad de su territorio, lo que hoy son los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, partes de Arizona, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma; México renuncia a todo reclamo sobre Texas, y la frontera internacional se establece en el río Bravo. Como compensación, Estados Unidos pagaría 15 millones de dólares por daños al territorio mexicano y ambos aceptan dirimir futura disputa bajo arbitraje obligatorio.
Estamos a 30 años de que se cumplan 200 años de ese oprobioso Tratado. Las redes sociales permiten de manera masiva invitar a los descendientes de los nacionales que permanecieron en aquellos lares y a los millones de migrantes actuales a buscar un arbitraje internacional del Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América, bajo las condiciones iniciales de resarcir la añeja deuda de 15 millones de dólares, más el religioso pago de intereses, con el objetivo de que regresen a propiedad de su original dueño esas tierras. Probablemente no prospere este sueño, pero de que a Trump le dará insomnio, le dará, al ver a millones de norteamericanos en actitud de reclamo hacia la política de expansión de ese país y sacarán ventajas que hoy están perdiendo por la política anti migratoria de Trump
Es un juego de ajedrez en el que no vamos a tomar la reina del contrario, vamos a obligarle a pensar, a que su atención se disperse y deje en paz a México. Dejemos de estar con la atención puesta en Trump; que sean Trump y los Estados Unidos quienes pongan atención de manera correcta y oportuna a México. Los mexicanos somos capaces de llamar la atención por méritos, no sólo por la delincuencia que nos invadió y se apoderó del Estado Mexicano con permiso del Fondo Monetario Internacional que tiene un paraíso en la banca extranjera asentada en México para lavar dinero que deriva del crimen organizado.
Si Trump considera que el Tratado de Libre Comercio perjudica a Estados Unidos y que el socio ganancioso es México, vamos por Salinas de Gortari quien resultó un genio al lograr que Estados Unidos y Canadá firmasen un Tratado beneficioso para México y que encabece el sueño de renegociar el Tratado de Guadalupe Hidalgo, con una condición, hay que cuidarle las manos, no vaya a ser que Salinas resulte el socio ganancioso.