Desde el inicio del confinamiento debido a la pandemia por COVID 19, que orillo a que el sector educativo se recluyera en los hogares, nos hemos preguntado una y otra vez, cuando será el día en que volvamos a clases. Y es que el sector educativo, uno de los más grandes en nuestro país, es el eje para el funcionamiento de muchas actividades económicas.

Todos hemos escuchado de las autoridades educativas y de salud que el regreso a clases será hasta que estemos en semáforo verde, sin embargo, en Campeche, único Estado del país en semáforo verde, no ocurrió que bajo esta condición se retornara a clases y es que aún no hay garantías de que los contagios vayan decreciendo y el regreso a clases supone más movilidad y, por ende, más riesgo de contagios. En Tamaulipas, el Secretario de Educación, Lic. Mario Gómez Monroy, ha declarado a medios de comunicación, en diversas ocasiones fechas probables muy distantes unas de otras, que han causado una serie de debates en la opinión pública, ya que Gómez Monroy un día declara que quizá volvamos en enero de 2021 y al otro día que quizá hasta el próximo ciclo escolar.

Pero más allá de la fecha del regreso a clases, nos deberíamos preguntar bajo qué condiciones debería darse la misma. Todos tenemos claro que un posible regreso a clases de manera presencial debe darse bajo condiciones en las que se garantice el mínimo riesgo de contagios. Todos sabemos que las escuelas concentran un gran número de alumnos, por lo que aparte de la gran inversión económica que el gobierno federal y estatal deben hacer, viene la parte de la logística que corre a cargo de las autoridades educativas locales en conjunto con los maestros y padres de familia. El regreso a clases supone una serie de medidas exclusivas de cada escuela, ya que los contextos y la cantidad de alumnos en cada una, varía considerablemente. Basados en el modelo hibrido, explicado escuetamente hace unos meses por el secretario de Educación Esteban Moctezuma Barragán, el regreso a clases se daría a medias ya que la educación aún se mantendría a distancia en algunos días y presencial en otros, por lo cual se tendría que pensar muy bien es como llevar a cabo este modelo hibrido ya que como mencioné líneas arriba, cada contexto escolar es distinto.

Una de las medidas a implementar en un modelo hibrido de vuelta a clases es detallar, la cantidad de alumnos que lo harán de manera presencial y a distancia por día, si serán por número de lista o por grado escolar y no es tan sencillo puesto que, para evitar tanta movilidad de personas, quizás el colectivo escolar, tenga que tomar en cuenta cuantos hijos por familia hay en la misma escuela a manera de citarlos presencialmente el mismo día a clases de modo que las madres y padres de familia eviten acudir diariamente a las escuelas a llevar a sus hijos. Otro aspecto a tomar en cuenta es la cantidad de horas que se deben laborar, ya que las aulas escolares deben ventilarse continuamente, para lo cual es necesario despejar el área de clases, por lo que esto también nos lleva a definir horarios en cada salón de clases de modo que los alumnos no se concentren al mismo tiempo fuera de sus aulas en el momento en que estas tengan que ventilarse y limpiarlas. Todo lo anterior se debe hacer en colaboración con las madres y padres de familia que dispongan del tiempo para ayudar en la logística que conlleva todo lo anterior. Este punto logístico, aunque difícil, no sería un gran problema del todo, ya que, para organizar las actividades escolares, los maestros nos pintamos solos.

 

 

 

 

 

 

Pero viene la parte medular en todo esto: la inversión económica. No podemos imaginar un retorno a clases parcial, sin tomar en cuenta todas las medidas higiénicas que deben de tomarse, y que por ende requieren de economía para poder cumplirlas. Las Autoridades Educativas, tiene la obligación de proporcionar a los trabajadores de la educación todo lo necesario para su protección y cuidados, dotarlos de caretas y cubrebocas de manera personal, para la escuela es necesario contar con termómetros infrarrojos, tapetes sanitizantes, gel antibacterial suficiente, material para señalizar la escuela y cumplir con la sana distancia y algo que es muy básico y que lamentablemente en gran parte del país se carece: dotar de agua a las escuelas. Agreguemos todos los artículos que se requieren para realizar la limpieza en todas las áreas del plantel escolar y que la lógica nos dicta que eso ya existe y que siempre está a la mano, empero, no es así.

La realidad es totalmente distinta, los gobiernos tanto federal como los estatales, poco o nada aportan para el mantenimiento de las escuelas, las cuales requieren de las aportaciones económicas voluntarias por parte de las madres y padres de familia y que muchas veces se critica sin conocer a fondo el problema. Cada inicio de ciclo escolar, somos testigos de las declaraciones de las autoridades educativas en las que prohíben que las escuelas reciban estas aportaciones económicas y es bandera política cuando alguien quiere lanzarse para obtener un puesto de elección popular. Se Vocifera a los cuatro vientos que las escuelas públicas tienen prohibido recibir dinero por medio de las madres y padres de familia. Eso sí, no proponen para nada una solución para poder cubrir esta carencia económica, al contrario, solo se habla de sanciones a los directores de las escuelas, los cuales muchas de las veces tienen que hacer malabares e incluso poner de su bolsillo para cubrir las necesidades de la escuela que dirigen.

Con todo lo anterior, es realmente necesario el compromiso de todos los involucrados en el sector educativo para lograr poco a poco un buen regreso a clases, para no arriesgar en ningún momento la salud de nuestras niñas, niños y adolescentes y sus maestros. Todos somos testigos de lo necesario que es que las escuelas estén ya en funcionamiento, pero no puede darse por presiones de empresarios o políticos, debe ser siempre priorizando la salud y el bienestar de todos, mientras estas condiciones no se logren ni se definan claramente los cómo, es poco probable que regresemos pronto. Por ahora no queda más que esperar y guardar la esperanza de que esta pandemia ya termine  y reecontrarnos en un espacio seguro y que hasta ahora ha sido valorado realmente: nuestras escuelas.

 

Profra. Reyna Campuzano Salinas, Secretaria Delegacional del SNTE, Vocera del Movimiento Magisterial de Tamaulipas. Pagina de Facebook: Reyna Campuzano Salinas. Grupo de Facebook: MOVIMIENTO MAGISTERIAL DE TAMAULIPAS (MMT), correo electronico: reynacampuzano70@gmail.com