El retorno a clases presenciales en el nivel de educación básica (que conforma preescolar, primaria y secundaria) está en el debate familiar y social.  Al respecto hay opiniones encontradas, por una parte se considera apremiante que niños y jóvenes retomen la interacción social. Los psicólogos y sociólogos, consideran que prolongar por más tiempo el aislamiento de este sector traerá consecuencias en su conducta y además de retrasos en su formación escolar.

Todos están conscientes  de que la educación a distancia no ha sido del todo exitosa por las carencias de equipo y del servicio de Internet de algunas familias, además de los distractores propios del hogar en menores de edad que no permiten su total concentración en medios virtuales.

Además el confinamiento domiciliario está teniendo impacto en la nutrición porque los niños que gozaban de los programas alimentarios en desayunadores escolares hoy no tienen ese beneficio. Asimismo  los problemas de violencia en el seno familiar han ido en aumento, así como el embarazo en adolescentes  al estar más expuestas al abuso de sus mayores.

Esto no se da en todos los niveles sociales, pero sí en los primeros peldaños de la pirámide social, que es precisamente el que concentra mayor población.

El diputado local y ex Secretario de Educación de Tamaulipas, Héctor Escobar Salazar, declaró que el Congreso del Estado respalda el regreso a clases presenciales, pero no dijo con cuánto o con qué aportación, ni siquiera tenemos conocimiento, si los señores legisladores se ocuparon en sus respectivos distritos de pulsar cuál es la situación, en qué condiciones están los planteles después de un año de inactividad, por decir algo.

Son mucha las voces y pocas las acciones sustanciales, no vemos ni siquiera un diagnóstico preciso de los planteles y de que comunidades están planeando retornar al modelo tradicional, mucho menos una convocatoria para que la sociedad en cada comunidad participe con donativos en especie que contribuiría en mucho a la rehabilitación y limpieza de las escuelas, o a tener un stock de gel y sanitizantes.

Por su parte el dirigente de la sección 30 del SNTE, José Rigoberto Guevara Vázquez, declaró que hay 330 escuelas que no están en condiciones de regresar a clases porque han sido víctimas del vandalismo, y al mismo tiempo ratificó que los maestros están listos para trabajar con las mejores estrategias de aprendizaje. Ese es el panorama en general.

 

LA AGENDA DE LA UNICEF PARA MEXICO

El retorno a clases presenciales está en la agenda de la UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

La UNICEF en México tiene claro que el éxito del regreso a clases en nuestro país dependerá en gran medida de la confianza y colaboración de la comunidad escolar que conforman, estudiantes, docentes, personal de apoyo, madres y padres de familia y cuidadores, así como, de las medidas de mitigación de riesgo de contagios, que contempla proveer de información sobre protocolos y prácticas de higiene en el entorno escolar a todos los actores implicados en la tarea de reactivar las tareas escolares presenciales.

Para la implementación de hábitos de higiene se requiere que los gobiernos de los diferentes niveles y los padres de familia apoyen con el suministro continuo de insumos básicos de higiene.

No es un secreto que existen escuelas cuya infraestructura y servicios, dificultan el cumplimiento del lavado de manos frecuente, porque carecen de agua potable, entonces tendrán que utilizar otras alternativas eficaces como es el uso de alcohol en gel, o proveer de agua en depósitos cuando los planteles carecen del líquido entubado.

Las estrategias  seguidas en la Cd. de México y cinco estados de la República donde están por implementar las clases presenciales, incluye la instalación de estaciones de lavado de manos, entrega de guías pedagógicas para instruir sobre las prácticas de higiene, equipos de protección para el personal, material de higiene y limpieza, para que niñas, niños y adolescentes puedan lavarse las manos con jabón o gel, todo esto debe garantizase a lo largo del ciclo escolar.

 

¿QUIÉN  PROVEERÁ DE SATISFACTORES A LAS ESCUELAS?

El Gobierno de la Cd de México tiene suficiente presupuesto y además le sirve de promoción política a  Claudia Sheinbaum. Y en los estados de Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Chiapas y Oaxaca, sus gobiernos estatales y municipales, por cierto todos ellos de clara filiación con la 4ª T, o simpatizante de esta corriente aunque portan siglas diferentes, también están dispuestos a suministrar lo que se necesite. Esto da una ventaja, suponemos que no les aplicarán recortes en sus participaciones como ocurrió en el mes de julio en el ayuntamiento victorense.

La cuestión es que estos procedimientos deben y tienen que ser adoptados por todas las comunidades escolares que decidan regresar al método presencial.

Los materiales de aseo e infraestructura tienen un costo económico que debe ser tomado en cuenta al decidir si aprueban el retorno presencial a clases en el nivel de educación básica y definir quién o quienes los aportarán. Desde ahora varios círculos de padres de familia se declaran sin recursos para suministrar los productos que se necesitan; las escuelas públicas nunca han recibido ningún presupuesto para la limpieza e higiene de los planteles y siempre han recurrido a las cuotas “voluntarias” acordadas por las sociedades de padres.

Regresar a clases presenciales es una decisión que está en manos de todos los actores participantes, padres de familia, personal docente, administrativo, de intendencia, etc.

El 30 de agosto es la fecha de posible retorno a las aulas, fue establecida antes de la llegada de la tercera ola del COVID-19, cuyos efectos ya están impactando en las estadísticas de casos registrados y pérdida de vidas.

Sin embargo esta ola intensa de la pandemia en algún momento tendrá que superarse y no debe ser motivo de frenar las acciones que se demandan para el retorno a clases, como son la infraestructura, o la construcción o compra de depósitos de agua ya mencionados líneas arriba.