Con los huracanes vienen oros tipos de clima: tendremos un poco menos de calor, o al menos estadísticamente así pareciera.
En el cambio se quitarán esos inmensos jornales de 40 grados o más de temperatura con los peligros de siempre: insolación, deshidratación y otros más, como problemas sanitarios que son típicos del tiempo que se vive. No se pueden cambiar, pues.
Y con la temporada de huracanes, cuando se supone deben incrementarse las lluvias, el peligro sanitario es otro y ahora se muestra muy agresivo, a grado tal que se ha incrementado el número de acciones de la campaña de la Secretaría de Salud en la entidad, para contrarrestar el avance de tres enemigos públicos dengue, zika y chikungunya, que podríamos decir, son “primos hermanos” por su parecido, aunque cada uno tiene las dificultades médicas particulares.
Llamó poderosamente nuestra atención la queja de un funcionario federal de la Secretaría de Salud, en el sentido de acusar que están haciendo publicidad negativa para los que luchan contra estos vectores, afirmando que no se compró insecticida y no hay forma de fumigar las zonas de mayor riesgo, propiciando que vaya a haber más casos y posibles decesos por dengue hemorrágico, entre otros males.
En Tamaulipas, por nuestra constitución geográfica, se hace necesario trabajar este tipo de campañas durante todo el año, fortaleciéndolas en ciertos meses como sucede ahora. El refuerzo es intensivo porque el riesgo lo merece.
Y es donde el gobierno de Tamaulipas nos pide ayuda a todos, principalmente a los que habitamos sus hermosas tierras, como principales beneficiarios de las acciones oficiales en pro de la salud.
Y el personal de la Secretaría de Salud en Tamaulipas ha iniciado una fuerte campaña para que entendamos que no debemos tener aguas residuales y encharcamientos, dado que son el pasto de cultivo idóneo para estos moscos que provocan realmente males mayores en la salud de muchos, y que se hace imprescindible combatirlas con todo lo que tenemos y por todos los ángulos posibles.
Las brigadas de salud salen todos los días en cada jurisdicción, para tratar de combatir este problema de salud pública que, de no hacerse en esas condiciones, provocará un incremento de casos de dengue, mayores a los esperados y que la Secretaría de Salud tiene registrados ya, algunos, aún sin confirmar, pero en la posibilidad de ser números oficiales.
La queja implica el crear una mala imagen de la dependencia, ante el repute de casos registrados, pero realmente, lo que tenemos que hacer es solidarizarnos con la autoridad, que finalmente es para nuestro beneficio.
De esta forma haremos nuestra parte, y es muy importante, recuerde que las brigadas tienen personal de la SST identificable, por lo tanto, no desconfía si llegna a casa para fumigar su patio y pedirle que quite esos trastos viejos que hay en el patio y que provocan encharcamientos, por pequeños que sean, pero que son proclives a convertirse en criaderos de estos moscos latosos.
Y quienes tangamos oportunidad de transmitir la información, recordemos que la limpieza en patios resulta fundamental -pareciera reiterativo: lo es- y que esa labor es ¡de cada familia, pero los beneficios son para nuestra comunidad.
Y los solares baldíos, será cosa de que el Ayuntamiento se ponga a trabajar con los dueños, para que fumiguen al menos y disminuyan los riesgos de reproducción y transmisión de estas enfermedades, latosas, difíciles y a veces mortales.
Si tienen dudas, por favor acuda a la Jurisdicción Sanitaria de su localidad, donde seguramente le darán información apropiada y las directrices a seguir para unirnos todos en esta campaña contra las enfermedades de una temporada de huracanes que se perfila para ser difícil, esperando que con estas acciones conjuntas y solidarias todos podamos gozar de una mejor expectativa de sanidad comunitaria, que finalmente, es lo que requerimos.

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