Muy temprano recibí una llamada en mi celular, con dificultad abrí los ojos y encendí la lámpara del buró para ir hacia el mueble donde está colocada la televisión, aproximadamente dos y medio metro de la cabecera de la cama; me pregunté quién podría estar llamando tan temprano, mi reloj marcaba las cinco; cuando tomé en la mano el celular, me di cuenta que llamaban de la caseta telefónica del pueblo más cercano al rancho “El Olvido”, donde radica mi queridísimo tío Tiótimo, e inmediatamente me reporté con la operadora y acepté la llamada por cobrar de mi muy querido tío, temiendo que le pudiera estar pasando algún percance de salud, y al atender, lo primero que me dijo fue: Sabes qué día es hoy. Claro tío es dos de septiembre.

Ya ves cómo no sabes, hoy es el cumpleaños de tu padre. Desde luego que es el cumpleaños de mi padre, ya elaboré un artículo especial y lo envié al periódico. ¿Eso es todo lo que se te ocurrió sobrino? ¿Acaso no sabes que en esta fecha yo también cumplo años?

Gracias a tu padre, que fue el primero que se preocupó en hacer notar mi existencia y quien tuvo la suficiente fe en mí como para atender mis consejos y escuchar mis recomendaciones, tu padre decía que yo era un sabio, pero yo siempre le dije que mi sabiduría emanaba del sentido común y no del minucioso estudio del complejo acontecer del mundo y sus habitantes; he de reconocer, que también me tocó vivir en una época difícil de nuestra patria, y que toda la experiencia acumulada de aquel México que empezaba a despertar para clamar justicia y libertad, nos incluyó, y aunque te parezca extraño, habiendo muchos en la bola, muy pocos sabían lo que estaba sucediendo, era como hoy, cuando aún persiste mucho la ignorancia por la falta de educación, los gobiernos siempre han estado pendiente de eso, de que exista una buena proporción de marginados, para que pueda seguir existiendo el reclamo social y la esperanza de vivir una democracia real, pero no te hablé para eso, me preocupa mucho lo que hoy vivimos, y tú sabes que a mí lo que me sobra es tiempo para meditar sobre el porqué de las cosas que nos pasan, y te repito que no busco enredarme mucho con el margallate de declaraciones de los que dicen ser expertos, pero siempre tienen una razón para opinar diferente, o para seguir la corriente, según sean sus intereses.

Oiga tío, yo que usted me preocuparía más por salir bien librado de la pandemia, que estar quemándose los sesos con tan complejo problema de nuestro país y el mundo. Ya ves sobrino, no me cabe duda que tú ya estas presentando los primeros síntomas de la verdadera amenaza a la que se enfrentará en planeta, pero no quisiera desmañanarte más, mucho menos descapitalizarte con el gasto en teléfono, mejor te invito a merendar a la tarde, vente al rancho. No se preocupe por eso tío, la verdad que se me hace difícil ir a verlo en estos momentos, mejor sígame platicando, usted siempre dora mucho la píldora, dígame mejor, que es lo que cree usted que está pasando; le recuerdo que mi padre le tenía mucho respeto a sus opiniones, y mi padre no era un tonto, ni lo hacía por estar disfrutando de ese sabroso mezcal que siempre le ofrecía en sus visitas, digo habría de estar muy bueno, porque siempre regresaba a visitarlo. Bueno sobrino, algún día lo probarás y me dirás si lo está, pero para no hacértela más cansada, te diré algo más de lo que me quita el sueño y seré breve: La pandemia es sólo la punta del asunto, es un distractor mundial, desde luego que es parte del plan, tenía que tener un fuerte impacto mundial como para ser tomada en cuenta y distraer, el diseño del virus tiene especificaciones muy precisas, ataca a ancianos, enfermos crónicos, muchos desahuciados a corto y mediano plazo; esto involucra el término de ser muy selectivo.

Oiga tío, discúlpeme que lo interrumpa, pero el virus ha afectado a gente joven, incluso se habla hasta de niños. Sí, claro, jóvenes que también tienen enfermedades como obesidad, alcoholismo, adicciones a drogas, mala nutrición, sida, cáncer; el virus es selectivo porque no afecta a organismos sanos; bueno sobrino, si me pides evidencias palpables no las tengo, pero acaso no has oído hablar de que con tanta confusión y miedo, dejamos escapar cosas sencillas, que incluso, los mismos expertos las dicen en sus conferencias, pero casi nadie las toma en cuenta, porque los que más se atiende es lo que más se resalta, digamos número de contagios y defunciones; pero te decía, el virus es el distractor, aquí lo más importante son los efectos colaterales que causa el miedo y el confinamiento prolongado; sólo basta que des una mirada al interior de los hogares, se supone que en casa deberíamos sentirnos más seguros, pero, si a un animalito después de ser libre lo encierras, cambia todo, del temor pasa a la ansiedad, de la ansiedad a la depresión, sus defensas disminuyen, aumenta de peso, se vuelve dependiente, tarde o temprano buscará la manera de tratar de escapar del encierro, no contemplará para nada las medidas de prevención, y será víctima de otros depredadores o incluso de los de su misma especie. Discúlpeme tío, usted me asombra, hasta parece que ve muchas películas de ciencia ficción, pero ni televisión tiene. Bueno, no tengo televisión pero ya voy a cumplir 130 años y con buena salud, me alimento de lo que siembro, tomo agua directamente del manantial, me acuesto temprano, trabajo en el campo.

No le debo dinero a nadie. Ya entiendo tío, la exposición a factores del ambiente influyen mucho en nuestra salud integral. Pero nuestras autoridades están preocupadas porque no ocurra lo que usted comenta, ya existen asesorías psicológicas, financieras, educativas, de salud, empresariales para incentivar la productividad y demás estrategias para evitar que se colapse la familia. Oye sobrino, ahora que mencionas lo de las estrategias, ¿te parece acertada la estrategia virtual para continuar los ciclos escolares? Bueno tío, hay que entender que estamos adaptándonos a una nueva modalidad, hay que adecuar planes y programas al contexto que estamos viviendo. Sí, pero resulta que ahora, las madres tienen una carga desmedida de tareas en el hogar, porque aparte de las tareas domésticas, tienen que hacerla de maestra sustituta y para el colmo, los planes y los programas están súper cargados de exigencias teóricas y prácticas, como si fueran los originales y aquí debería también adecuarse a la situación que enfrentamos, porque en breve tenderemos otra serie de afecciones que involucren intervenciones emergentes. Oiga tío pues para no haber estudiado mucho, realmente me ha dado una lección. Si sobrino, no tuve la oportunidad de ir a la escuela, pero estudié en la escuela de la vida y si una materia debes de aprovechar, es la del sentido común.

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