El presidente López es un diestro hacedor de distractores. El huachicoleo y la denuncia del apoderamiento de PEMEX por el crimen organizado, fueron la cortina de mago que utilizó para desviar la atención social y lograr hacer aprobar por el Congreso sus propuestas. Luego de cerrar ductos; hacer alharaca, (bien le dijo Fox, “ya cállate chachalaca”), joder la economía en entidades rivales en política a MORENA, los resultados contra la corrupción del presidente López son más de un centenar de muertos en el terrible incendio en el estado de Hidalgo, ningún detenido por la corrupción en torno a PEMEX; cero instalaciones, infraestructura y pipas decomisadas. El saqueo a PEMEX no fue golpeado.
Un candidato pacifista, que enarbolaba una política contraria a la acción militar, que clamaba el regreso de los militares a los cuarteles, se convirtió en un presidente absolutista que pretende, y de hecho lo hizo, aunque estén bajo mando civil, militarizar las fuerzas policiales. Las “dictablandas”, de PRI y PAN que México ha sufrido, son ahora dictadura, así que será el sufrir más intenso, amplio y profundo. Comprendo a Trump. Alabó su visión de querer blindar la frontera sur de Estados Unidos con un muro.
En Tamaulipas, las carreteras fueron tomadas por campesinos afectados por el recorte presupuestal dirigido a actividades y obras de producción en el campo y de bienestar social. Según recuerdo, esto es política neoliberal, así lo señalaba el candidato López Obrador, hoy presidente López. Vociferaba por esta política contra PRI y PAN, sin embargo ejecuta la política que severamente cuestionó. ¿El presidente López encontró que en México la política económica la indica el Fondo Monetario Internacional?, organismo al que le vale el, “me canso ganso”.
El país es un enorme y estratégicamente ubicado polvorín, establecido por los políticos metidos al crimen privado. Hay pólvora y fuego en cada región de México. Los norteños del noreste, de “mucho pico y mucho lomo”, soportan el embate de la carestía, del desempleo, toleran pésimos servicios públicos en pueblos y ciudades; circulan por carreteras en estado de deterioro y sin seguridad; de contrabando desenfrenado, de falta de atención médica oportuna y resolutiva, y por supuesto el abrazo mortal de la extorsión, el secuestro y la violencia homicida.
Mientras el 80% de los mexicanos tiene como aspiración número uno que haya empleo y que éste mejore, la política del presidente López no está alineada con la aspiración social mayoritaria. Una lamentable tragedia para México. Lo grave es que México avanzará hacia el despeñadero con la administración de López.