El conflicto Monreal-Polevnsky aparenta amainar, luego de que el senador publicó en su cuenta de twitter que las prioridades son la “unidad y Cohesión” y están por encima de las diferencias. Que él, es fundador de Morena y que “no se involucra en las decisiones del partido”.
Demasiado tarde porque ya intervino en el caso de la candidatura a gobernador de Puebla que no es cosa menor, y también lo hizo a través de Alejandro Rojas Díaz Durán en Tamaulipas. En este último caso el primer round ante el Tribunal Electoral lo perdió la disidencia impulsada por los senadores, pero no termina con este primer dictamen, seguramente ya se dio entrada al recurso de inconformidad.
Al margen del resultado que pueda generarse en este segundo intento ante el Poder Judicial Federal, el resultado de esta confrontación es que en Puebla y en Tamaulipas Morena se fragmenta por la lucha interna que vienen sosteniendo el senador Ricardo Monreal y la Presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky.
Sin embargo no parece preocupar a don Alejando Rojas el impacto negativo que hacia el interior morenista traiga consigo este sostenido conflicto en tribunales y pese al impacto negativo insiste en continuar con el litigio.
Como Usted sabe, el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó como correcto el procedimiento del partido para elegir candidatos, de los que surgieron 63 aspirantes y de ellos finalmente serán seleccionados 22 para buscar igual número de diputaciones locales por mayoría el próximo 2 de junio. En seguida, el señor Rojas Díaz Durán lanzó un video que circuló el sábado, con un tratamiento cortés y hasta educado, atributos que en reciprocidad solicitó a Polevnsky a la que sugirió sentarse a platicar.
Lo curioso es que sus primeros mensajes, el colaborador de Monreal fue grosero, la insultó (a la presidenta de Morena), la acusó de haberse vendido al gobierno panista y ahora que ella alude a las “sabandijas vendedoras de candidaturas” le reclama lo que él empezó.
El peor error de Díaz Durán fue Solicitar a la Presidenta de Morena que renunciara a su cargo, porque el único que quita y pone en ese cargo, es ya sabe Usted quien. Y quien releve a la actual dirigente tendrá que ser alguien de todas las confianzas de AMLO y obviamente no dejará en manos de “sabandijas” a su partido.
El 19 de agosto de 2018 en el Congreso Nacional Extraordinario encabezado por Andrés Manuel López Obrador, confirmó de viva voz que Polevnsky continuaría al frente del partido hasta el 20 de noviembre de 2019.
Yeidckol Polevnsky se desempeñó como secretaria general al lado de AMLO y cuando este dejó la presidencia para convertirse en candidato, ella paso a relevarlo desde el 12 de diciembre 2017 y desde entonces se ha mantenido al frente, dando resultados con lealtad, así lo testificó públicamente el primer morenista.

CONFRONTACIONES FRAGMENTAN A MORENA
Retomando el tema de la confrontación, lo más grave se dará en Puebla, sea cual sea el candidato.
Me explico, si ganara la candidatura Miguel Barbosa, obviamente Ricardo Monreal no lo perdonará, porque ha interpuesto todo su liderazgo senatorial reunió firmas para lograr favorecer a uno de los suyos, al senador Alejandro Armenta, que hoy forma parte de una terna, junto con Nancy de la Sierra.
Las encuestas mediáticas, una de ellas de El Sol de Puebla, favorecen a Barbosa con un 83 % como el más conocido, un 28 % como el más representativos de los valores que impulsa Morena y un 51.6 considera que tiene más probabilidades de ganar la gubernatura.
Sabemos que la mejor encuesta es la que saldrá del Palacio Nacional. Ojalá así entiendan los que participan y los morenistas para que no se fragmenten.
La situación es similar en Tamaulipas. Ojalá Monreal y su suplente Alejandro Rojas comprendan que no sólo carecen de representatividad legal partidista, sino que el Gran Elector no tiene interés en que ellos conduzcan el proceso de selección de candidatos y tampoco las próximas campañas. López Obrador es indudablemente como los presidentes priistas de antaño, titulares del Poder Ejecutivo y principal líder de su partido.
Por eso se desmoronó el PRI, entre otras cosas, porque los últimos Presidentes dejaron de liderar al Tricolor, de seguir paso a paso su operación, el poder del partido se comparte, pero no se delega totalmente, es el éxito de la monarquía perfecta a la que aludió Vargas Llosa y ahora se repetirá la misma historia. Inocente de aquel que piense que Yeidckol Polevnsky actúa por iniciativa propia, o por capricho, ella es el seudónimo con el que actúa el Gran Elector.