Victoria capital de Tamaulipas ha sido realmente maltratada desde el 2016, con un presidente que se rindió muy rápido a los caprichos de los mal llamados “vientos del cambio”, que les arrebato la poca obra para cumplir los compromisos con los azules de Puebla, Guanajuato y Reynosa, desplazando a los contratistas y constructores locales. Con el silencio y complicidad del cabildo. Apenas se logró terminar algunas obras iniciadas por el gobierno del PRI pre panista en el estadio, las banquetas del 17 y un entronque enfrente de la PGR construida a “precio alzado”, para cubrir facturas pasadas en mas de 60 millones de pesos.

Después vino el acabose para los victorenses, con la manipulación de una administración “títere” del neopanista “Dotor Xico”, que logró unificar a todos los victorenses en contra de los cuernos azules y  que dejó seca a la COMAPA, sin agua y sin dinero, y a los capitalinos deshidratados y desaseados por falta de agua, falta de empleo, falta de compras de gobierno, además de los millares de servidores públicos desocupados sin indemnización. El trienio que termina ha sido, sin duda, el capítulo más obscuro y dramático de la vida en la capital que recuerde nuestra generación, al ser desgobernada por la improvisación, el nepotismo y la extracción patrimonialista con todos los excesos que ahora revela la UIF y las agencias policiacas como la FBI.

La economía local se desinfló y se informalizó ante tanto desempleo, el 48% de los establecimientos registrados en el Censo Económico del 2018 están en la informalidad, lo que representa 5046 establecimientos. Resultado de que en Victoria crece mas lentamente la inversión privada y pública que el aumento anual de las generaciones de jóvenes con estudios superiores y técnicos, que se han visto obligados a migrar o quedar en la informalidad e incluso hacia la ilegalidad.

Por otra parte, los servicios públicos y la infraestructura urbana se deterioraron ante la pasividad ciudadana y la esperanza en la demagogia de PAN-XICO que no pasó de estar haciendo planes y proyectos para simular que se gobernaba, sin mas sentido que atender las demandas de Soto y la familia gobernante.

Y como lo que mal empieza termina peor, la situación del médico, jinete y bailador que soportamos durante dos años, se volvió insostenible, sobre todo por la crisis de la COMAPA que no se pudo contener con la renuncia del cuñado de Soto y topó hasta con el Alcalde y Cia. Y que por alguna razón que despierta mucha suspicacia se la perdonan y lo premian con una de las subsecretarías mejor pagadas del gobierno del estado en el Sector Salud y se impone a la prima hermana de la familia gobernante como alcaldesa  o  “Mayor” sustituta y nunca bien legitimada, Pilar Gómez, que ahora puja por gobernar a una capital que no se la merece.

Así las cosas, la ciudadanía de la capital sabe que de un lado de la boleta se encuentran los que desde el trienio de Almaráz Smer quieren convencer de que ahora si van a portarse bien y gobernar para servir, pero se hayan del lado de los que acabaron de desgraciar a los victorenses para servir al gobierno de los cuernos azules, por lo que nos queda claro dónde no hay futuro.

Por la otra parte, está el plan de los que le llaman pretenciosamente,  “el cambio verdadero” para “hacer juntos historia” y la ciudadanía tiene el poder en su voto para determinar su destino cercano en medio de una serie de presiones por la entrega de dádivas a la gente mas necesitada de una despensa, de un empleo precario, o de un tinaco y por el otro lado la lucha que está dando el presidente para desaforar y llevar frente a la justicia a quien todavía se ostenta como gobernador panista, apoyado por otros gobernantes panistas, que sostienen que tiene protección e inmunidad para seguir usando y abusando del poder y de los recursos públicos para hacer patrimonio y negocios particulares.

La ciudadanía esperamos que las autoridades o árbitros electorales estén a la altura de las circunstancias históricas, para que se valide y legitime a quienes realmente logren que la voluntad mayoritaria les otorgue su voto y la confianza para gobernar los próximos tres años.

Nuestra capital tratará de salir del pantano de la corrupción y  superar el desinterés de los que nos han gobernado, los ciudadanos  tenemos la esperanza de volver a emprender la ruta del progreso y la recuperación de los servicios públicos; la reconstrucción de la infraestructura urbana y la atracción de las inversiones locales, públicas y privadas e incluso de inversión extranjera que brinde nuevas oportunidades a las generaciones preparadas para los retos del siglo 21.

Victoria tiene recursos para salir adelante si se manejan con honestidad y enfocando a toda la administración a resolver los problemas sociales y urbanos más críticos, el presupuesto que tuvimos y que no vimos claro en el 2020 fue de 1,031 millones de pesos, de ellos fueron 180 millones para limpieza, 137 millones para conservación de espacios y 142 millones para obra pública y 44 millones para desarrollo social y la gente nos preguntamos ¿qué le hicieron a todos esos recursos si apenas hace dos meses que empezaron las campañas y que se preocuparon por mostrar lo que tenían en el morral?

Victoria, capital necesita urgentemente un plan emergente para atender la crisis del agua; del empleo y de los servicios urbanos, necesitamos recuperar la confianza para invertir y generar empleo y será muy importante abrir programas que aseguren oportunidades para los miles que perdieron sus precarios negocios durante la pandemia para poder retomar el trayecto que nos fijamos desde hace mucho para ser una ciudad educada, de servicios de calidad, con un comercio organizado para atender el abasto suficiente de la región y atender las demandas de los programas del gobierno del estado y del gobierno federal, recuperando nuestra economía local y el orgullo de ser ciudad capital limpia y amable. Por ahí habrá de ir el Plan para Victoria.

Numeralia:

Presupuesto de Victoria en el 2019: 1,057,539,885

Subejercicio del ayuntamiento en el 2019: 104,692,113