Tenemos que reconocer, que los seres humanos somos muy susceptibles de malinterpretar las emociones que provienen de una fuente que se encuentra en conflicto, y que por ello, pierde temporalmente la capacidad para generar respuestas congruentes, ante una situación que le parece amenazante.

Cuántas veces, nos hemos preguntado por qué alguien a quien amamos, queremos o estimamos,  y con la cual convivimos en aparente armonía, en un momento de probable confusión, utiliza mecanismos de defensa, entre ellos la agresión verbal, evidenciando la posibilidad de creer que somos los culpables de todos sus males, cuando el origen real de su mal estar, radica en el hecho de la sumatoria de todos aquellos elementos nocivos que se traducen en síntomas o signos identificados con la ansiedad o la depresión.

De no estar conscientes de lo que ocurre en el entorno, fácilmente, podemos ser contagiados por el mal humor, y adoptar una mala actitud, o conductas inapropiadas, que violentan las buenas relaciones humanas y que nos impulsan a descalificar cualquier virtud en los demás, misma, que en un pasado próximo ejerció la atracción empática y la generación de energía positiva para consolidar  los pilares de una relación que parecía indisoluble.

Difícilmente se puede lograr la armonía plena en los grupos familiares, de amistades, de compañeros en el trabajo, o en las agrupaciones diversas que buscan el bienestar; con ello nos percatamos, de que cuando algún componente se siente afectado por alguna incomodidad o tiene alguna inconformidad latente,  justificado o no, el efecto negativo tendrá a corto o mediano plazo un efecto dominó, generando un conflicto mayor, abriendo la posibilidad de un caos que más temprano que tarde facturará la unidad.

He aquí la importancia de la comunicación veraz, que difícilmente en estos tiempos puede fluir de los medios correspondientes, porque aunque no quisiéramos contaminar más el ambiente con nuestras opiniones, sí desearíamos generar consciencia para analizar de forma justa, aquello que es el verdadero motivo de preocupación para todos.

 

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