Que bajo ha caído la casa del pueblo de Tamaulipas como le han llamado al Congreso del estado, los escándalos que han circulado desde el viernes pasado cuando el tribunal determinó regresarle el poder de la JUCOPO al PAN son de vergüenza.

Si no me equivoco esta es la legislatura más “corriente” e improductiva que se ha tenido en la entidad por que si bien es cierto algunas de ellas habían sido protagonistas de sus propios escándalos, esta bajeza que ha caracterizado a los representantes de las fracciones parlamentarias del PAN y MORENA no se había visto antes.

Esa lucha por el poder, amor al poder, es lo que mantiene improductiva e inútil a la actual legislatura cuyos integrantes en su mayoría (porque no son todos) están más ocupados en sus asuntos partidistas que en responder las demás del pueblo.

Esos que ahora ve peleándose por el mando son los mismos que vio ayer rogando por su voto y que seguramente verá el día de mañana tocando la puerta de su casa para que les permitan una vez más mantener un puesto de elección popular.

En septiembre arranca un nuevo proceso electoral en Tamaulipas y en el 2024 esos que ve usted peleando son los que seguramente buscarán reelegirse en sus curules, sí usted se los permite, o plantarse en otro poder municipal o federal.

Este martes de nueva cuenta hubo protagonismo, los de morena convocando a rueda de prensa para anunciar la serie de denuncias que presentarán en contra de los legisladores panistas que apoyaron a los locales en el zafarrancho que protagonizaron cuando tomaron las oficinas en el Congreso y los del PAN justificando las agresiones que sufrió un compañero periodista a quien corrieron del recinto a empujones y luego impidieron su ingreso hasta con un cachetadon.

Los que se han mantenido al margen y les conviene que así sigan son los priistas que más bien han criticado a sus homólogos por los escándalos y el diputado Gustavo Cárdenas de Movimiento Ciudadano a quien le gusta el “cohoneo” pero no se ha visto involucrado.

¿Usted que opina mi estimado lector?

Los leo en mis redes sociales

¡Que Dios los bendiga, gracias!