La ratificación del Acuerdo Comercial con América del Norte y el Plan Nacional de Infraestructura son el detonante que México requiere para incrementar el desarrollo y el crecimiento económicos, opinan los empresarios Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso y Carlos Salazar Lomelín, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Al acudir a la presentación del plan nacional de infraestructura, el cual invertirá en una primera etapa 859 mil millones de pesos en 147 proyectos para los próximos tres años, ambos empresarios estimaron que el gobierno de López, “sentó las bases” para generar confianza en los inversionistas.
Para este par de granujas, hechos al amparo de gobiernos que les enriquecieron, lo relevante no radica en si este 2019 se creció o no, sino en lo que viene para nuestro país durante los próximos años y más allá del sexenio, luego de que se logró bajar la inflación, aumentar los salarios de los trabajadores y mantener finanzas públicas sanas, así se expresaron sin citar cifras al respecto, ni citar evidencia alguna; palabrería vil.

Además, resultaron saurinos los granujas al decir, “ya sabíamos que no iba a haber crecimiento, sí, pero sentaron las bases con finanzas públicas, disciplina por parte del sector público, no subió la deuda, no hay déficit fiscal, la inflación bajó; entonces están sentadas las bases y eso creó gran confianza para la inversión financiera que es la que está disponible. Slim subrayó que el plan anunciado entre el gobierno de la república y la iniciativa privada, equivale a echar a andar una política de estado en materia de infraestructura.

México no está en recesión y se mantiene el pronóstico de crecimiento económico de 0.2% para este año, aseguró la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, durante la presentación del informe anual “Panorama Social de América Latina 2019”. Consideró que la incertidumbre financiera se debe a retrasos en la ejecución del presupuesto, baja inversión público-privada y tardanza en ratificación del T-MEC con Estados Unidos y Canadá, en un país como el nuestro, que no sólo cambió de gobierno, sino de modelo y que plantea un nuevo rumbo en materia de política económica.

Barcena señaló que entre 2014-18 la pobreza total en México se redujo a un ritmo de 2.1% por año, actualmente afecta el 41.5% de la población, mientras que la pobreza extrema, que aumentó entre 2008-14, afecta a 11% de la población, tema que preocupa. Dijo que se esperan mejores resultados gracias al incremento significativo en el salario mínimo, que era el más bajo de América Latina y en las transferencias monetarias a los hogares de escasos recursos, como la pensión universal para los adultos mayores.

Subrayó que para mejorar la economía se debe hacer un análisis de la política tributaria, en la que se avanzó eliminando privilegios en la condonación de impuestos y la reducción de salarios de altos funcionarios, y advirtió que se tendrá que discutir la creación o aumento de impuestos.
“Sé que México ha anunciado que no quiere hacer reformas tributarias en relación a los impuestos, pero va a llegar a ese punto, porque los ingresos directos en especial los deciles más ricos es un tema a abordar”.

La economía de México entró en recesión durante el primer semestre 2019, un comportamiento más débil del estimado en el tercer trimestre, cuando la economía se estancó (INEGI) Las cifras actualizadas mostraron que la economía se contrajo un 0.1% trimestral durante el primer y segundo trimestre, luego de reducirse también el mismo margen en los últimos tres meses del año pasado. En octubre, INEGI informó que la economía creció 0.1% durante julio-septiembre.

La cifra se revisó y muestra que el Producto Interno Bruto (PIB) avanzó 0.01%. Las cifras representan un duro golpe para López Obrador, quien asumió el cargo hace un año, prometiendo aumentar el crecimiento a 4% anual. La economía se contrajo 0.3% en comparación con el año anterior durante el tercer trimestre, muestran los datos.