Estos problemas en la población son comunes. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos citan que 50 millones de personas en ese país los sufren. Se vive una crisis de falta del sueño que impacta la salud, desempeño en el trabajo, relaciones y la felicidad. En un sondeo con 180 líderes de negocios, Harvard Business Review encontró que 43% de ellos dice que no duerme bien 4 noches a la semana, lo que afecta sus habilidades de liderazgo. Cuando el ejecutivo se siente agotado, no toma la mejor decisión. Estos adultos pudieran no aprender a dormir cuando eran niños.
Se ha demostrado que al funcionamiento básico de la persona le afecta la falta de sueño. Habilidades visuales y motoras se deterioran, es más el daño a habilidades mentales superiores. Los neurocientíficos saben cuáles áreas del cerebro lidian bien con poco sueño, la corteza prefrontal no tiene esa facultad, relevante pues dirige el proceso cognitivo superior; resolución de problemas, razonamiento, organización, inhibición, planeación y ejecución de planes. Hay investigaciones que prueban que luego de 17 horas de desvelo, el desempeño en muchas tareas es equivalente al de una persona con nivel de alcohol de .05%, límite de consumo de alcohol en varios países. Luego de 20 horas de desvelo, el rendimiento de una persona equivale a un nivel de alcohol de 0.1% (ebrio en EU)
Dormir suficiente es responsabilidad, no elección. Los padres deben inculcar al niño la importancia de dormir. Los adultos tienen que poner ejemplo: desconectarse de dispositivos electrónicos una hora antes de la cama, mantener horarios regulares que ayudan a nutrir mente y cuerpo. Hay varias estrategias: Establece una rutina de sueño y cúmplela incluso el fin de semana. Cortinas oscuras en la recámara, mantenla fresca y cómoda. La mejor temperatura para dormir es de 19 a 22 grados. Además de una buena noche de sueño, la siesta es importante para el descanso del niño. Siesta en la mañana y en la tarde, tiene propiedades renovadoras. La matutina renueva mentalmente, la de la tarde, físicamente. Tener descanso diario es vital para estar saludable. Consolida en la memoria los conocimientos adquiridos durante el día, mejora la concentración e incrementa la creatividad.
La clínica del trastorno del sueño de la UNAM dice que 35% de la población en el país sufre de irregularidades en el sueño, la mayoría ante el estrés diario y el uso de dispositivos móviles. Además de estos factores, es necesario que el lugar donde se duerme cuente con características que ayuden a relajarse y dedicar el tiempo a únicamente dormir. Consumir alimentos en la comodidad de la cama es placentero y antihigiénico. Las migajas propician la formación de bacterias, ácaros y atraen hormigas o cucarachas.
Los científicos descubrieron que la privación crónica del sueño se vincula al uso de dispositivos móviles pues ocupan minutos valiosos de sueño. Estudio publicado en 2014, (revista Nature), por el profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, Dr. Charles Czeisler, revela cómo la luz azul artificial emitida por teléfonos celulares y tabletas activa las neuronas y provoca pérdida del sueño. Identificaron que permanecer conectado hasta la hora de acostarse, afecta la capacidad para quedar dormidos y perturba la calidad del sueño que se logra.
Expertos en el estudio del sueño aseguran que la cama es para dos cosas: dormir y tener sexo. Actividades de esfuerzo intelectual o emocional, como leer, afecta la calidad del sueño. Pese a que es muy agradable compartir la cama con tu mascota, 63% de quienes comparten la cama con éstas, tienen mala calidad de sueño. Esta investigación de 2014, reveló que de 148 propietarios de mascotas que integraron el estudio, 30% reportó que son despertados al menos una vez durante la noche.
Además de que la luz que emite la laptop perjudica la calidad del sueño, trabajar en la cama debilita la asociación mental de que estar en la recámara es para dormir, no para otras cosas. De acuerdo con la división de Medicina del Sueño, (Harvard) la habitación debe ofrecer ambiente silencioso, oscuro y fresco, que propicie que quieras dormir; por lo que al evitar otras actividades como trabajar, fortalecerás la relación mental entre tu recámara y el objetivo principal, que es relajarte y descansar.