El PRI, PAN y PRD tienen en construcción proyectos en común para dar la batalla en la defensa de las gubernaturas, y en cuando menos la cuarta parte de las diputaciones federales de mayoría que se estarán definiendo en 2021. Para el Revolucionario Institucional es fundamental esta batalla electoral en virtud de que es gobierno en 7 estados de los 15 que estarán en disputa, y es importante porque de perderlos se estaría quedando únicamente con 5 estados, y de ellos 3 estarán cambiando de gobernador en 2022 otro riesgo que puede llevarlos a pulverizar el reducto que queda de su otrora fuerza nacional.

Otra alianza que de manera muy discreta viene avanzando, es la del PAN y PRD que están en pláticas para ir en coalición en el 25 % de los 300 distritos electorales, esto significa unir fuerzas en pos de 75 diputaciones federales en 2021, de esto ha dado cuenta Marko Cortés, mientras que por el PRD Jesús Zambrano adelantó que el Partido del Sol Azteca unirá fuerzas con el PRI y PAN en pos de gubernaturas, hasta ahora son 4 de 15 las que se visualizan, estas entidades son Sonora, Zacatecas, Nuevo León y Michoacán.

Sonora gobernador por Claudia Pavlovich; Zacatecas con Alejandro Tello, en estas dos entidades ondea la bandera Tricolor; en Michoacán el mandatario es Silvano Aureoles Conejo del PRD y en Nuevo León, es el PAN el partido mejor posicionado y como Usted sabe, lo gobierna El Bronco Jaime Rodríguez Calderón quien llegó por la vía independiente.

Marko Cortés acepta que aunque los partidos con los que se trabaja este proyecto tienen diferente ideología a la de Acción Nacional, hay un objetivo común, que es quitarle la mayoría a Morena en San Lázaro para “poder reconducir la vida política, social, económica y de seguridad en el país”. Y en eso hay identidad de ideas.

La meta es formalizar las eventuales alianzas a finales del presente octubre en el marco de la Comisión Permanente panista, cuando se someta a votación la posible alianza en Michoacán, sería el primer estado.

Por lo que respecta a Tamaulipas no se visualiza por ahora ninguna alianza formal, aunque hay filtraciones en el sentido de que un sector priista, dependiendo de los candidatos que elija Acción Nacional, estará apoyando al albiazul, con el mismo propósito evitar que Morena gane escaños y alcaldías. Aquí no se trata de alianzas formales, no vemos a Edgardo Melhem, ni a Luis René Cantú Galván sentados frente a una mesa celebrando pactos, pero ante la falta de auténticos liderazgos priistas, ya empieza a observarse tendencias que se harán evidentes conforme avance el calendario electoral.

FELIPE Y SU NATURAL VOCACIÓN POLÍTICA

Usted ya debe estar enterado, Felipe N. Garza Narváez, decidió renunciar a la titularidad de la Delegación de Gobernación en Tamaulipas, para dedicarse a lo que es su natural vocación, hacer política, lo mismo puede ser candidato a un puesto de elección popular, que realizar tareas de partido, dirigir estrategias en los comicios, en síntesis poner en práctica lo que ha aprendido a lo largo de más de 40 años de desenvolverse en los entretelones del poder, pero sobre todo, igual que el slogan de Milenio, hacer lo que le gusta.

No es la primera vez que Felipe renuncia a un puesto por ir en pos de su vocación. Lo hizo allá por 1980 cuando dejó la tranquilidad de un escritorio en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (Director de Prensa y Relaciones Públicas del Campus Tampico-Madero) para buscar otros aires que lo llevaron a participar en la campaña a gobernador del Dr. Emilio Martínez Manautou.

La decisión de dejar un puesto bien remunerado y seguro a cambio de buscar otra oportunidad, le dejó una importante experiencia, que ahora la repite, para cambiar de caballo, hay que dejar al que estás montando, con todos los riesgos y ventajas, pero no puedes ir montado sobre los dos. Y en esas está Felipe, libre para salir al encuentro de nuevos retos.

En aquella campaña de Martínez Manautou participó como cercano colaborador de don Javier Villarreal que presidía una de las organizaciones afiliadas al PRI, posteriormente don Javier se convirtió en el Secretario de Finanzas del Gobierno del Estado y Felipe su Secretario particular.

De ahí saltó a la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado y no lo voy a cansar con la larga lista de puestos que se fueron acumulando a lo largo de más de 40 años de trayectoria.

Felipe es un político que ha escalado responsabilidades administrativas en la función pública y tres de elección popular que lo instalaron en el Congreso local de Tamaulipas, no conoce hasta ahora lo que es derrota. Realizó infinidad de misiones partidistas hasta llegar a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI. Merecía y merece tener otra suerte, desde hace mucho debió ser diputado federal o Presidente Municipal de su natal Victoria. Pero él se hizo solo, sin padrinos, sin grupos de poder que lo impulsara por eso su trayectoria no fue fácil.

Garza Narváez tiene muchas habilidades y virtudes, pero sólo voy a destacar tres que hoy en día no tienen muchos políticos y que son fundamentales para el quehacer electoral. La primera es que conoce y lo conocen todos o casi todos los líderes de opinión, empresarios, campesinos, obreros y los dueños de los medios de comunicación.

Segundo, es un relacionista nato, con habilidad en el manejo de la comunicación social, conoce no sólo a los propietarios de los medios, sino a muchos periodistas. La tercera y sumamente importante es que tiene trabajo de territorio, no sólo en Victoria, sino en la zona sur y la franja fronteriza. Ha peinado el estado muchas veces haciendo trabajo a favor de otros.

En síntesis Garza Narváez es un político con carrera, sin improvisaciones, formado en la arena electoral, en la interacción y convivencia social, de los que hay pocos. Hoy sobran los improvisados, que se encomiendan a la operación política y sin capital propio que ofrecer a un partido político.

Es conocido que renunció al PRI en abril de 2017, meses después se hizo simpatizante de los principios del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sin afiliarse a Morena, el partido tiene cerrado desde hace un año la inscripción a nuevos militantes, Felipe puede ser candidato externo, o candidato ciudadano como ahora se estila nombrar, lo mismo de Morena que de otro partido.

Aunque el que más lo necesita es Morena, en todos los sentidos, porque no tiene cuadros, de hecho en este momento el partido no existe, no opera, requiere de varios “felipes” para hacer un papel decoroso, esta situación la reconoce el propio Presidente López Obrador, quien despojándose de su investidura presidencial expresó durante una reciente mañanera: “Morena tiene mucho pueblo para tan poca dirigencia”.

Ahí está la opción.