Es lo que exige el campesino, quien produce los alimentos. AMLO prometió mucho y cumplió poco; ahí surge la demanda campesina.

Desde 2019, en México se aplica recorte a rubros vitales del presupuesto, entre estos el agrícola. Con Sheinbaum la situación se agrava. El aumento de la deuda externa, sus obras, y el gasto social (regalar sin producir), se tragan el presupuesto.

Las reuniones con oficinas del gobierno federal son diálogo y promesas. La violencia y bloqueos en carreteras sucedidos son preámbulo de una escalada de parálisis del tráfico y traslado de mercancías que generan pérdidas millonarias en un entorno de dominio del crimen organizado.

En 2018, el monto asignado a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación fue $64 mil millones, tras un recorte de 6 mil millones respecto de 2017. Se observa reducción del 37% al pasar de $91 mil 475 millones en 2018 a $57 mil 500 millones en 2022.

En EE. UU., los productores reciben pagos directos, seguros agrarios, préstamos a bajo interés, asistencia técnica y subsidios para la comercialización. Este año se dió asistencia adicional para agricultores en dificultades por 3,100 millones de dólares para ayudar a 36 mil prestamistas, con préstamos promedio de 52 mil dólares sin garantía y 172 mil dólares con garantía.

Además, subvención específica a pequeños productores y asistencia técnica en cultivos básicos: maíz, soya, trigo, algodón y arroz. Estos subsidios se extienden a la ganadería con 50,170 millones de dólares anuales.

En Europa reciben apoyos que constituyen 40% del presupuesto de la Unión Europea. El Fondo Agrícola de Garantía otorga pagos directos: básico por hectárea cultivada, por práctica sostenible y a jóvenes agricultores sujetos a normas en seguridad alimentaria, protección del medio ambiente y bienestar animal.

Incluye vino, frutas y verduras, aceite de oliva; promoción de frutas, hortalizas y leche. Se financia inversión en infraestructura, modernización de explotaciones, sistema de riego inteligente, energía renovable y eficiencia energética.

Entre 2021-27, se destinó 387 mil millones de euros. 70% a pago directo, 20% a desarrollo rural y 10% a mercado. En 2022, Francia fue el mayor receptor, seguido de España, Alemania e Italia, que juntos recibieron 50% de los fondos totales.