Lo que se temía en Tamaulipas sucedió el viernes 19, ese día fue asesinado el primer candidato de la elección 2023-2024 en el estado, y lo ejecutaron en pleno recorrido de proselitismo en una colonia de Ciudad Mante, Tamaulipas.
Y pongo el primero porque no es de dudar que serán más, dado el clima de violencia que se vive con la efervescencia política de las campañas locales por las alcaldías.
La sociedad esta consternada, el candidato abatido era Presidente Municipal con licencia, por lo que extraña que su cuerpo de seguridad no haya hecho nada por impedir el asesinato que curiosamente se llevó a cabo con arma blanca, por un solo individuo.
La utilización de un cuchillo como arma homicida, lleva a dos inmediatas conjeturas, crimen pasional o intento por evitar la atracción del caso, dado que, al ser realizado así, queda como delito del orden común.
En política nada es fortuito, así que tendrá mucho trabajo la Fiscalía para poder dilucidar las responsabilidades, pues por tratarse de una plena campaña política, seguramente hay videos que no se han dado a conocer por el sigilo de las investigaciones.
No es conveniente adelantar vísperas, pero sin duda habrá esfuerzos de todas partes para sacar raja política del lamentable incidente, sin embargo, hasta que las investigaciones se cierren podrán dar tranquilidad a los familiares del candidato abatido.
Este proceso electoral pinta como el más violento de la historia, pues a la fecha lleva 28 candidatos asesinados, pero además de casi todos los partidos que compiten en el país.
Morena ha perdido ya a 10 candidatos, le sigue el PAN con 6, luego MC, Verde y PRI con 3 cada uno de ellos, y el PRD con 2, para finalizar el PT con 1.
En los casos de coaliciones se registran aquí solo su partido de origen, a fin de no duplicar alguna cifra.
Geográficamente los asesinatos se distribuyen así, el estado de Guerrero lleva 7, le sigue Michoacán con 4, luego Veracruz, Puebla, Jalisco, Guanajuato, EDOMEX y Chiapas con 2 cada estado y Oaxaca, Morelos, Colima, la CDMX y Tamaulipas con 1.
El record histórico de pre candidatos y candidatos asesinados fue el del 2017-2018 cuando la cifra alcanzó el numero de 48 abatidos, pero además tomando en cuenta a colaboradores de campaña, militantes, diputados y dirigentes de partido, la cifra llegó a 133 asesinatos en ese periodo electoral.
Faltan desde este domingo que está usted leyendo este articulo 42 días para las elecciones, por lo que no es remoto pensar que esa cifra de 48 sea superada, considerando que conforme se acerca el día D, los ánimos se calienten cada vez más.
Un solo asesinato es suficiente para que todos nos sintamos indignados, pero cuidado con la politización de las cifras, cuidado con considerar que solo uno de los partidos participantes es la víctima, son todos o casi todos y no hay justificación alguna para ninguno de los asesinatos.
Lo que la sociedad espera es que las investigaciones lleguen hasta el fondo de cada uno de esos asesinatos, quien fue, porque lo hizo y que pretendían al ejecutarlo.
Los familiares de los fallecidos merecen esas respuestas, no importa cual haya sido el motivo, nada le regresará al ser querido, pero la tranquilidad que da el resultado de una investigación a fondo es mucha.
Sabemos que puede haber factores y razones ajenas a la política, nadie se va a asustar por ello, lo que no se vale es que en función de los asesinatos se siembre miedo, con la única intención de provocar el ausentismo en las urnas.
En México no queremos volver a los tiempos de antes, pero tampoco queremos que nos ofrezcan narrativas alejadas de la realidad que vivimos.
Desde el mismo viernes algunos candidatos de Tamaulipas decidieron suspender su campaña en duelo por el asesinato en El Mante, mi sincero pésame a los familiares de Noé Ramos, candidato asesinado, quienes ahora entienden el significado de POLÍTICA, SINÓNIMO DE ALTO RIESGO.
Jorge Alberto Pérez González