En política la democracia es forma de gobierno no perfecto, pero, deseable. Es evidente el alto índice de abstencionismo electoral, la creciente indiferencia a eventos importantes de la nación, la falta de compromiso con la vida en sociedad, el alto grado de corrupción y una fuerte apatía a la vida política; muestra de que las sociedades democráticas abandonan su actuar político por estar lejos de lo “deseable”. México es ejemplo de ello, partidos suben y bajan y las causas de los problemas no se corrigen y los resultados derivados del actuar político empeoran en cada administración
¿Cuál es la responsabilidad del ciudadano para que la democracia se desarrolle como forma de gobierno eficaz? La responsabilidad política es un principio, deber para el hombre en la vida política, pues es ahí, que el ser humano se desarrolla, encuentra espacio para ser con los otros, interactuar y explotar su politicidad.
El concepto de política debe partir del estudio de la naturaleza humana como ser-político. Aristóteles señaló que el hombre es un zoon politikón, se da en la propia naturaleza de la vida en común, del hombre que se proyecta como miembro de un todo que sobrepasa su singularidad. Debe pensarse la política como fenómeno intersubjetivo, no asunto individual. El punto de partida de la reflexión política surge del hombre como ser que se relaciona con otros y se dirige hacia la vida en común desarrollada entre estos. Este hombre identifica la existencia de otros seres humanos, lo que permite identificar la alteridad en los semejantes. Dicha identificación abre las puertas a la coexistencia del “yo y el otro” (ego-alter), así la política consiste en la existencia de multiplicidad de hombres, los cuales parten de la identificación del otro, gracias a la naturaleza lingüística del hombre.
La subjetividad se manifiesta porque “el hombre comunica su propia entidad espiritual”; lo propio ocurre con la alteridad, la cual se hace patente puesto que: “de todos los seres, el humano es el único que nombra a sus semejantes”. La relación consciente del sujeto con sus semejantes (fundamento político) se hace patente cuando el hombre ejerce esa capacidad de comunicar su ser y da nombre a quienes lo rodean. El fenómeno político se comprende de la relación hombre-humanidad, toda vez que el hombre no se halla solo en el mundo, por lo que la política se expresa “entre los hombres” y no “en el hombre”; incluye dicha vivencia el reconocimiento, la aceptación y la coexistencia dentro de los marcos sociales.
Estableciendo la acción como característica de la política se da el sentido de ser hombre. Los hombres actúan, son actores en la vida en común; el concepto de ser miembro de una sociedad, exige el de lo político. De tal modo, ser miembro de una sociedad, actuar en ella, estar presente en ella, ser actor de ella y realizar estas actividades en la esfera en donde confluyen los demás actores de la vida en sociedad, conforma la realidad humana que se denomina política. En tanto existan dos hombres que interactúen, directa o indirectamente, se creará el espacio político para que estos continúen siendo participes de la vida en comunidad. La política es una realidad que se crea gracias al actuar de las personas, en donde se construyen y edifican las relaciones entre hombres en una realidad compartida. La política es la realidad que los hombres constituyen y en donde cohabitan y, a su vez, hacen uso de esa realidad para su vinculación como actores.
La acción a través de la palabra se convierte en la manifestación del ser humano, la forma en que este aparece ante los otros y puede convivir, y se constituye a través de la iniciativa de relacionarse con los demás hombres y pone en movimiento la política; dentro del actuar político se generan relaciones humanas como muestra y manifestación del hombre en la realidad política, capacidad de ser creador y modificador de las relaciones políticas. Es la facultad de los seres humanos para ser artífices de lo que se va desarrollando en el curso natural de las cosas. Es la facultad inherente a todo hombre para modificar la realidad.