Cuando apareció la noticia del director de Tránsito en el sentido de que multarán o retirarán de la circulación a los vehículos con vidrios polarizados, inmediatamente vino a nuestra mente un acto de gobierno o de campaña, donde la mayoría de los vehículos oficiales tienen sus micas super oscuras sin que nadie les diga nada.
Algunos, cínicamente dicen que es por estrategia de seguridad que los ministeriales y guaruras los polarizan, y pensamos entonces si las balas son repelidas por los que no tenemos esos cargos o “privilegios”. Una bala entra en cualquier cuerpo humano, tenga nombramiento o no, y nos parece que no es muy justo que digamos el hecho de que se permita que las camionetas blancas con logotipos oficiales de todo nivel puedan circular con polarizados y nosotros no. Me explico más ampliamente.
Como persona con diabetes, uno está sujeto a una serie de inconvenientes sanitarios, siendo la piel algo que se debe cuidar de manera extrema, más, cuando en la entidad tenemos temperaturas que realmente son muy peligrosas y eso cualquier doctor lo sabe; la autoridad sabe del calentamiento global -aunque finjan y no hagan nada al respecto- y sabe que el sol quema y mucho más que hace dos décadas: se ha convertido en un verdadero peligro para el individuo, y se requieren medidas extremas para sobrevivir dignamente.
Por una parte ahora hay que emplear bloqueadores en lugar de crema humectante para disminuir el riesgo de contraer un cáncer de piel, además de las medidas de estos días, donde realmente necesitamos una fuerte rehidratación y más.
El polarizado ayuda y mucho a quienes vivimos con diabetes, así como a gente de la tercera edad, niños y adultos, porque, aunque no lo digan, el sol quemante afecta al 100 por ciento de la población, no solo a los guaruras.
Entonces, pensaos que una medida restrictiva en torno a los polarizados debiera pensarse en el ámbito médico social, de seguridad, político económico y más, para ue sea una medida justa yk no como hace algunos meses en que los agentes prácticamente invadían propiedad privada y con sus navajas, también ilegales, raspaban nuestros vidrios para quitar las micas que nos costaron dinero a muchos.
La autoridad municipal debe entender que todos somos afectados por el sol y la inseguridad, y que todos debemos estar en equidad de circunstancias respecto al cumplimiento de la ley.
No aprobamos ni tomamos partido por la idea de que solo al ciudadano se le perjudique en ese sentido, porque, insistimos, cheque usted los vehículos oficiales por ejemplo, en la Torre de Gobierno, y verá que todos se estacionan en sitios para discapacitados y tienen vidrios polarizados, lo cual es ilegal, choca con la ley y el orden.
Nos apr8etan mucho y no toman en cuenta el por qué la gente polariza: no es por gusto, aunque haya algunos que por payasos lo hacen, pero la mayoría lo hacemos por dos razones. Seguridad o salud, y eso, la autoridad, si es sensible a las necesidades de sus gobernados podría entenderlo de una buena vez, y quitarse de medidas populistas, de campaña y más.
Debe entender el delgadito de tránsito que, cuando los ciudadanos veamos que sus subordinados nos respetan, aplican la ley en forma pareja, detienen a esos locos de camionetas oficiales que circulan como locos por nuestras calles, es cuando aprenderemos a respetar a la autoridad.
Mientras, seguiremos dudando del sentido de sus acciones, de los objetivos que dicen tener, y de su honorabilidad, sin que sea una falta de respeto sino el reflejo de lo que la gente dice, y que ellos, los servidores debieron captar cuando salieron -si es que se presentó- a darse baños de pueblo.
Entonces, comprenderían por qué enmicamos nuestros carritos.
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