No nos volverán a saquear”, dijo el presidente López Portillo, frase histórica por representar una realidad desde la conquista y una mentira absoluta pues los capitales extranjeros y sus aliados en el gobierno mexicano continúan saqueándolo. Somos una nación que apoya la economía de naciones de poder.
La vulnerabilidad económica de México ante embates externos deliberados o fortuitos, directos o colaterales es alta por la subordinación de la economía a la estadounidense, aunque no fue relevante con Fox al reducir la deuda pública de 84 mil 600 millones de dólares, en el 2000 a 78 mil 592 millones, en marzo de 2005, a 54, 766 millones en 2006, y aumentar la reserva internacional a mas de cien mil millones de dólares. América Latina es exportadora de divisas, México y Brasil principalmente, apoyan la economía de Estados Unidos por esquemas de deuda diseñados por ese país a través de sus organismos gestores, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En cuanto a los reveses, Salinas de Gortari y Zedillo causaron en 1994 y en 1995, primero en la especulación con los Tesobonos indexados al dólar y con fuga masiva de esta inversión cuyo saldo se redujo de 20 mil 500 millones de dólares en diciembre de 1994 a 3 mil 400 millones en diciembre de 1995, llevando al quiebre a las finanzas con consecuencias negativas devastadoras. Fox a pesar de obtener gran ingreso por petróleo, heredó a Calderón un pago de 27 mil millones de dólares por deuda externa por vencimiento programado 2007-12, independientemente de otros compromisos, lo que impidió al país crecer financieramente, aunque mantuvo la paridad del peso con el dólar.
México sigue pagando su atraso y desorden económico: déficit externo, no uso productivo de los enormes ingresos que por décadas derivan del petróleo y por remesas de dólares provenientes de los mexicanos que laboran en el país del norte. El mayor riesgo financiero externo radica en la creciente inversión extranjera en el mercado accionario que juega papel relevante. En 2002 su monto era 44 mil 600 millones de dólares, en 2004 se elevó a 74 mil millones de dólares y en junio 2005 llegó a 78 mil 880 millones, superior a la reserva internacional mexicana, no había dólares para pagar a los inversores en caso de que retirasen de golpe. Es una constante nacional.
Durante el gobierno de Fox el interés del rescate bancario (FOBAPROA) fue por 225 mil millones de pesos los cuales registraron incremento de 55% por costo financiero, pues se logró con préstamos concedidos por Estados Unidos. Los bonos de deuda emitida por el Instituto de Protección al Ahorro (IPAB) sumaron 538 mil millones de pesos. La suma de la deuda en el mercado del IPAB en 2006 era 2 billones 173 mil millones de pesos que se pagarán por 70 años.
Previo a la elección presidencial 2006, el gobierno federal lanzó una campaña para cerrar el Fobaproa. La Secretaría de Hacienda dijo que el rescate bancario fue una medida de protección que evitó que 15 millones de cuenta habientes perdieran sus ahorros. El gobierno destinó 125 mil millones de pesos al pago de intereses y comisiones de su deuda total en el primer semestre de 2006, cantidad 138% mayor que la que destinó a los 20 principales programas de impacto social en ese periodo. Los recursos destinados a estos programas sociales sumaron 52 mil 576 millones de pesos, costo que creció 13% en 2006 por el pago de los intereses del rescate bancario.