El proceso electoral 2018 que definirá quien será Presidente, tiene bajo estrés a mucha más población de la que uno considera afectada. El círculo empresarial se maneja de como si tuviera México un Presidente rival del capital globalizador, madre de los bajos salarios. La sociedad teme que el PRI siendo madre de todos los vicios que prevalecen en el país, al tiempo que desconfía del PAN. López Obrador sabe causar temor entre un grueso de la población con sus compromisos populistas, irrealizables por el enorme presupuesto que exige. Anaya, émulo del “niño verde”, no puede sacar un borracho de la cárcel en fin de semana, ni aun pagando la multa. Carece de experiencia; de disciplina y lo más importante, voluntad y aplomo, pues se le nota en el rostro.
Meade es licenciado en Economía del Instituto Tecnológico Autónomo de México, ahí conoció a compañeros de gabinete, Luis Videgaray Caso y Virgilio Andrade. Es licenciado en Derecho por la UNAM. Obtuvo doctorado en Economía por la Universidad de Yale. En el ámbito docente, ha sido profesor de Economía en el ITAM. Ha publicado artículos en temas de microeconomía y análisis económico del derecho.
Su participación en la administración pública es importante. Muestra su apego a aspectos fundamentales para la población; el ahorro y la seguridad económica para el retiro. Se inició como Analista de planeación en la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas; asume la Dirección General de Planeación Financiera en la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro; y luego la secretaría adjunta de Protección al Ahorro Bancario en el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario; es Director General de Banca y Ahorro de Hacienda y Crédito Público.
Su capacidad negociadora con fuerzas políticas y como experto en finanzas y leyes, es sometida a prueba al restablecer una institución vital para el desarrollo del campo. Banrural en 2002, enfrentaba corrupción de dentro y de productores que concluyó en caos financiero. Meade asume la dirección general de Banrural, logra el saneamiento financiero, y establece el nuevo organismo, Financiera Rural. Con Calderón fue secretario de Energía, y de Hacienda y Crédito Público. Con Peña Nieto, secretario de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social, y de Hacienda y Crédito Público; dos administraciones severamente cuestionadas por las muertes provocadas; los escasos resultados obtenidos en seguridad pública, en la economía familiar y por la corrupción que “despeñó” a México, sin embargo Meade está limpio de ese fango. Es una figura política importante en el país, sin la fortuna que suele acompañar a este tipo de políticos. Me recuerda a Ernesto Zedillo; sin mancha, inteligente, sencillo; un candidato sin brillantez, sin embargo como Presidente, conductor ya de las riendas, llevó a México a un crecimiento anual de 6%, sin precedente desde Díaz Ordaz. A este reto, hay que sumar el robo y la corrupción, el accionar exitoso del crimen organizado en México. Meade es un caballero; no es soberbio; no insulta; no amenaza. Está preparado para las exigencias de la Presidencia. Irradia compromiso por México. Ojalá obtenga las riendas de la conducción del país a partir del próximo diciembre.