Como seguramente todos los amables lectores saben, el domingo pasado se jugó el partido de vuelta y final del torneo de Clausura de la Liga MX, entre las Águilas del América y la Máquina Celeste o los Cementeros del Cruz Azul. Difícil era no saberlo. No sólo eran los comentarios en los programas deportivos en radio y televisión sino la lluvia de memes, bromas y la efervescencia general en la mayoría de los chats durante el domingo y el lunes pasados.
Es común en reuniones familiares o de amigos que alguien sugiera no hablar ni de política, ni de futbol, ni de religión. Suelen decir esta frase personas que no gustan de las discusiones ni los debates apasionados pues frecuentemente llevan a discusiones ríspidas. Pero hay muchos otros que justamente disfrutamos la pasión que se siente con estos temas.
Por lo que he observado en los últimos meses a mi alrededor, puedo decir que veo una gran pasión en la mayoría de la gente respecto de las elecciones del 2 de junio. No solamente se eligirá a quien ocupará la Presidencia, también se decidirán 9 gubernaturas, incluyendo la Ciudad de México, además de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán y 30 estados de la República renovarán sus alcaldías, alcanzándose cerca de 1900 municipios. A nivel federal, se renuevan los siguientes cargos públicos de nivel federal:128 Senadurías y 500 Diputaciones. Vale la pena recordar que la Legislatura saliente, es decir la LXV, fue la primera absolutamente paritaria, con el mismo número de diputadas y diputados, además de ser la Legislatura de la diversidad y la inclusión y la primera en la historia de reelección consecutiva. El Instituto Nacional Electoral declaró formalmente iniciado el proceso el 7 de septiembre de 2023, y tiene previsto implementar iniciativas inéditas, tales como permitir el sufragio a personas en prisión preventiva, habilitar el voto anticipado y expandir el voto de ciudadanos mexicanos residentes en el extranjero a través de tres diferentes modalidades.
Hoy, a sólo 5 días de la elección, cada lector se ha formado una opinión con su valioso criterio y además se han discutido ampliamente en medios y en redes sociales propuestas y proyectos con todos los puntos de vista, con intenciones de análisis y también con intenciones políticas. Yo aplaudo todos los ejercicios que favorezcan la efervescencia por el interés en los sucesos del país, por la emoción y satisfacción que puede encontrarse en la política y en los sucesos públicos y por la posibilidad de que los ciudadanos puedan conocer un poco más de quienes son los candidatos, ya que en los que resulten ganadores estará parte del destino de nuestra gran Nación. Escucho frecuentemente que será la elección más grande de la historia de nuestro país, no solo por el número de personas con posibilidad de votar, lo cual es natural que aumente con cada elección puesto que somos un país de niños y jóvenes que cada día llegan a la mayoría de edad, sino también por la cantidad de puestos en disputa.
En lo personal, disfruto mucho que se discuta sobre política. Comparto la pasión que causa el tema y celebro que los ciudadanos y en particular los jóvenes, que por primera vez usarán su credencial de elector para votar, participen en la definición del destino de nuestra Nación.
La autora es Secretaria General de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión