La voluntad de la mayoría urbana ha dado su voto de castigo a “lo que el viento -del cambio- se llevó”, el electorado ha  otorgado su confianza, o el beneficio de la duda, a las propuestas de MORENA: fueran quien fuera, sin distingos personales; con o sin estructura; con o sin gasto en imagen y mercadotecnia política. Casi todos los candidatos a las legislaturas y a los ayuntamientos propuestos por morena triunfaron en los territorios más urbanizados, donde su ubica el mayor peso político electoral, 72%, de Tamaulipas, además de un emblemático territorio costero como Soto La Marina, donde se encuentran los cotos patrimoniales de la familia gobernante y el corazón de Tamaulipas, Victoria, Capital del Estado.

En broma y en serio confirmamos que lo “fácil ya se logró”, o sea el triunfo electoral amparado en el liderazgo popular del presidente Andrés Manuel López Obrador, ahora viene lo que verdaderamente parece imposible, transformar a Tamaulipas desde sus raíces.

Se necesita regenerar la confianza y las capacidades de los tamaulipecos organizados desde cada comunidad y en el complejo sistema de ciudades en crecimiento desordenado y en la indisoluble interacción con el campo, la costa y la frontera con los EUA.  Al final del día, se trata de mejorar nuestra calidad de vida, para lo cual, será necesario atraer la inversión pública y privada, así como la inversión extranjera intensiva en capital humano y talento, inversiones que ofrezcan los 25 a 30 mil empleos por año, para dar una respuesta creíble a las expectativas de los jóvenes que están terminando sus estudios técnicos y profesionales.

El Instituto Mexicano para la Competitividad IMCO, recién publicó en mayo pasado “El Índice de Competitividad Estatal 2021 (ICE) que mide la capacidad de los estados para generar, atraer y retener talento e inversiones. Un estado competitivo es aquel que consistentemente resulta atractivo para el talento y la inversión, lo que se traduce en mayor productividad y bienestar para sus habitantes en cada una de las entidades federativas.”

Tamaulipas ha ocupado el lugar 15º desde hace tres años y en el 2020 mejoró al 12º del “Ranking” de la Competitividad de los Estados en México, el cuál mide periódicamente este Instituto, basado en 10 categorías y 72 indicadores.

En ¿qué categorías estamos mejor comparados con los demás territorios?, pues en donde nuestra ventaja geográfica e infraestructura es mejor, esto es en la categoría de las Relaciones Internacionales, donde en “Comercio Exterior” nos posicionamos en el 4º lugar, dado que nuestro PIB gira en un 80% en torno a los servicios al comercio exterior, más las mercancías de las plantas industriales de exportación. También en inversión extranjera, Tamaulipas logra un valioso 6º lugar, dado su atractivo en la industria energética, Cuenca de Burgos, pozos profundos, plataformas petroleras, parques eólicos e industria maquiladora de exportación donde laboran más de 300 mil trabajadores, además de ser el segundo mayor generador de electricidad en México.

¿Donde se encuentran nuestras deficiencias?, también llamadas de manera tecnocrática, “áreas de oportunidad”. El IMCO identifica varias y muy importantes desventajas, a saber, la “cobertura educativa” que reconoce que solo el 93% de la población en edad de estudiar secundaria se encuentra en las aulas, lo que nos deja en un penoso lugar 23 a escala nacional, aunque hace tres años estábamos en el 27º, que vergüenza para el sector educativo que estuvo bajo la dirección del diputado Escobar y antes por el Dr. Diodoro Guerra, éste indicador seguirá pesando en el tejido social en los años porvenir.

Otro factor social que nos duele a quienes habitamos Tamaulipas es la falta de “equidad laboral” entre hombres y mujeres, la valoración de Tamaulipas en éste renglón nos instala en un atrasado ambiente laboral con el lugar 22º de todo el país. Y que se refleja también en la “Desigualdad salarial”, en la cual calificamos en el lugar 26, habiendo empeorado en los últimos tres años en 8 lugares,  al compararnos con el resto de los mexicanos. Lo mismo sucede en la capacitación laboral, factor en el que se muestra que solo el 2% de la fuerza laboral está en capacitación y por eso nos hundimos hasta el lugar 25 de la tabla laboral nacional.

Por todo lo anterior, tampoco extraña, que más gente emigre de Tamaulipas, comparado con  las personas que atraemos de otros lugares. La gente con talento y capacidad se nos está yendo hacia el interior de la república o al extranjero, lo que habla mucho de lo poco atractivos y competitivos que hemos sido bajo el gobierno azul que recién perdió la legitimidad y el apoyo del electorado.

Y finalmente, pero no menos importante en materia de competitividad, cuando estamos entrando a la sociedad del conocimiento, resalta el retroceso de más de un 50% en nuestro posicionamiento en materia de Innovación, en donde caímos en picada 19 lugares en los últimos tres años, solo en el renglón de patentes, nos reubicaron en el lastimoso lugar 29, no obstante contar con los abundantes recursos de las multas electorales para el COTACYT y mas de cien millones estatales en el fideicomiso para ciencia y tecnología que preside el secretario de educación y que lo manejan con poca transparencia y mucha incompetencia, manteniendo ociosos los recursos para impulsar la ciencia y la innovación en Tamaulipas. El Congreso y la Auditoria Superior, así como la comunidad científica y académica habría de exigir cuentas claras y resultados a los responsables de tanto atraso.

Así que los desafíos para la Transformación de Tamaulipas son muy pesados y se necesitará unir todas las Fuerzas y capacidades progresistas y liberales, en torno al proyecto que regenerará y transformará a quienes nos comprometemos y amamos a Tamaulipas y a México.

Numeralia:

Subejercicio COTACYT en el 2020: 27.1 millones de oesos.

% de Subejercicio COTACYT EN EL 2020:  73%

Fuentes: http://www.cotacyt.gob.mx/cuarto-trimestre-2020/ https://imco.org.mx/resultados-del-indice-de-competitividad-estatal-ice-2021/