“Un partido nunca tiene razón absoluta precisamente por ser un partido…”
Johann Wolfgang von Goethe
La medida no es nueva ni mucho menos.
En México ha sido demandada, reclamada, analizada y otras truculencias más desde hace décadas. En esa exigencia se han desgañitado infinidad de protagonistas y hasta ahora han sido palabras en el desierto.
Me refiero a lo que ahora quieren hacer pasar como innovación en la voz de Javier Milei, presidente de Argentina, sobre su decisión de eliminar el financiamiento público a los partidos políticos, para que cada uno de estos organismos se mantenga con aportaciones voluntarias de donantes o de sus militantes.
En lo personal, en un escenario ideal apoyo sin cortapisas esta posibilidad. El dispendio en ese sentido ha sido tan descarado y grosero que indigna saber que miles de millones de pesos asignados a esos membretes, sirven cada año en gran parte a formar nuevas castas de millonarios o enriquecer más a sus históricos mandameses.
Pero, el eterno pero.
Esto sólo puede funcionar si como señala la voz popular, se aplica “en piso parejo”.
¿Por qué la duda sobre un trato igualitario?
La verdad sin excepciones hasta ahora, es que en nuestra patria el partido en el poder siempre ha sido el super “ganón” en ese terreno. Durante muchos años el PRI –además de sus subsidios oficiales– tenía abiertas las cajas fuertes del gobierno federal y de los estados con mando tricolor, tanto en sus operaciones normales como en los procesos electorales. Lo mismo sucedió con el PAN y acaba de darse otra muestra con Morena.
Que ninguno de ellos se haga de la boca chiquita. Esto ha sido, por decirlo de alguna manera, “la normalidad”.
De hacerse realidad en México una acción de esa naturaleza ¿En qué va a abonar a la causa de la democracia eliminar esas canonjías partidistas, si el poder en turno, sea municipal, estatal o federal, seguiría cobijando bajo la mesa a las siglas de sus amores?
La respuesta no tiene dobleces: En nada.
Sería sólo una confirmación de una de las frases más célebres del único ideólogo priísta, Jesús Reyes Heroles: “Para que todo siga igual, algo tiene que cambiar”.
No soy pesimista ni mucho menos fatalista. Es sólo una dosis de realidad.
Bienvenido ese recorte si se mide a todos los partidos con el mismo rasero. Sin maquillajes, sin disfraces, sin cartas bajo la manga. ¿Sería factible esto?
En la incultura política que vivimos y algunas veces sufrimos no hay mucho sobre qué reflexionar. Me duele aceptarlo, pero pensar que eso pueda suceder no es una posibilidad : Es una utopía.
Como dicen en mi pueblo: Al baile vamos…
ALE CÁRDENAS
No es exageración: La salida de Alejandra Cárdenas del PRI es en estos momentos en Tamaulipas la palada más dolorosa a la virtual sepultura política del Revolucionario Institucional en esta patria chica.
Ale era pare el tricolor la voz fresca y la actitud oxigenante que sostenía en Victoria al partido como una opción electoral real. Con la baja voluntaria de la ex diputada local, el priísmo capitalino e inclusive el estatal no sólo ve partir a la mejor exponente que tenía en sus filas, sino que pierde también gran parte de su futuro a corto y mediano plazo. Lo que queda, con todo el valor que poseen muchos de sus militantes en experiencia y conocimientos, lamentablemente los ciudadanos lo ven como más de lo mismo.
Buena suerte Ale. Y al PRI que lo ayude Dios…
X: @LABERINTOS_HOY