Como si fuera una secuela, una continuación o una derivación de la fiesta gubernamental por la libertad de expresión, ayer se anunció la designación de un vocero en materia de seguridad pública.

Pero pareció una broma de mal gusto que los organizadores del evento dispusieran que nadie se atreviera a hacerle preguntas al vocero, lo que significó que se estrenó mordiendo una mordaza.

Se llama Jorge Cuéllar Montoya, es doctor pero nadie aclaró en qué profesión universitaria, y encabezará una comisión inter-disciplinaria que se reunirá una vez al día para discernir cuál información aportar a la sociedad.

Ya existe una coordinación de comunicación social, que maneja Francisco Cuéllar Cardona, pero alguien creyó importante crear otro eslabón burocrático, tal vez para acomodar allí a algún pariente, amigo o recomendado.

(Una lectura tardía de su biografía personal, nos permitió conocer que don Jorge es doctor en ¡Educación!, maestro en administración pública con especialización en ciencias políticas.)

Por lo visto, Cabeza de Vaca hizo escuela pues también extendió nombramientos insólitos, extravagantes o incongruentes, por decir lo menos, como por ejemplo el de auditor superior del Congreso local, a favor de un ingeniero mecánico.

Don Jorge Espino Ascanio es el nombre del ex subalterno de Cabeza de Vaca en sus tiempos de presidente municipal de Reynosa (2005-2007), quien ascendió a su amigo a auditor superior del poder legislativo, y allí permanece muy quitado de la pena.

Dice la ley de la materia, que el auditor superior del Congreso local debe ser contador o tener una profesión afín, pero Cabeza se la pasó por el arco del triunfo.

El nuevo vocero tiene una papa caliente en las manos debido a que Cabeza de Vaca convirtió a las dependencias de seguridad pública en mafias delincuenciales (por ejemplo la masacre ocurrida en Camargo a manos de policías estatales) y perdieron credibilidad y respeto.

Una buena noticia es que el gobierno de Eduardo Gattas recaudó en Ciudad Victoria, 50 millones de pesos por concepto de impuesto predial, gracias al programa de condonación de recargos a los contribuyentes.

La información fue aportada por la tesorera municipal María Guadalupe de los Reyes Acosta, quien explicó que la intención inicial era autorizar la condonación del 70 por ciento de los adeudos, pero Gattas prefirió que el beneficio fuera del ciento por ciento.

La medida tuvo efectos positivos pues los contribuyentes están acudiendo espontáneamente a cumplir este compromiso fiscal y se espera que la recaudación vaya en aumento.

Explicó Gattas que en la medida en que los ciudadanos paguen sus impuestos, el gobierno tiene la oportunidad de hacer más obras, pavimentar un número mayor de calles, mejorar el alumbrado público, etcétera.

Por su parte, el Rector de la UAT Guillermo Mendoza Cavazos entregó reconocimientos a treinta programas educativos que fueron evaluados y acreditados del año 2021 a la fecha, por organismos nacionales, reconocidos ante la Secretaría de Educación Pública.

Felicitó el Rector a las facultades y unidades académicas por el trabajo desarrollado y el pleno dominio de los conocimientos, aptitudes y actitudes para un desempeño profesional y competitivo.

Dijo el maestro Mendoza Cavazos:

“Como institución púbica esta responsabilidad adquiere un sentido social más amplio, debido a que los recursos con que operamos provienen de la sociedad, y a ella nos debemos.

“Lo que nuestros egresados aportan a su comunidad es la retribución, por ello nuestros estudiantes deben contar con la preparación que posibilita ese crecimiento social”, indicó.

Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com