Dentro del marco de las campañas políticas, vale la pena recordar, que un año antes de los comicios a la Presidencia de la República del año 2000, Vicente Fox y su equipo de asesores visualizaron que era la televisión la clave para proyectarse a todos los rincones del país, un conducto donde la barrera del analfabetismo y la geográfica no hacían mella. No fue un presagio, sino un análisis certero de los resultados electorales en Estados Unidos por el aprovechamiento de ese medio de comunicación.
De esa manera el candidato de la botas y vestido al estilo del vaquero mexicano llegó a las poblaciones rurales de menos de 2,500 habitantes y logró por primera vez arrebatarle al PRI más del 50 % del voto verde.
Peña Nieto también se convirtió en el muñeco de la tele (por lo guapo), y logró recuperar el sufragio del medio rural, que es numeroso porque sabrá usted, que votan más los habitantes de ese sector, que el de las zonas urbanas, así como las mujeres votan más que los hombres. La cuestión es que AMLO replicó el modelo y hasta la fecha conserva la estrategia, que tan buenos resultados le dio a Fox y a Peña, ahora él lo ha venido haciendo a través de las mañaneras.
En Cd. Victoria un grupo de panistas y empresarios simpatizantes de Fox, organizaron en esa época un curso de poco más de dos horas de duración, el cual tuvo lugar en un salón del entonces Hotel Holiday Inn, incluso se cobró una cuota para poder acceder a la exposición que resultó muy interesante.
Ahí se examinaron las corrientes o pilares del poder, que el estadista británico Edmund Burke hizo famosas hasta nuestros días, cuando dijo que el primer poder era la iglesia, el segundo el estado, el tercero el hombre por sí mismo (capaz de hacer la revolución, hoy presente en la sociedad civil, sindicatos, etc) y el 4º poder la prensa, eso fue a mediados del siglo XVIII.
El análisis más fresco originado en el año 2000 durante las conferencias de ese curso, consideró que la televisión, era el primer poder y recompuso el orden de los restantes, en los que por cierto agregaron el sector empresarial o productivo, que es a final de cuentas el dueño de la riqueza del país y confirmaron como poderes a la iglesia y al Estado.
Aquí el tema central es que, tanto Fox por su estilo ranchero, como López Obrador con su mensaje en lenguaje popular, se identificaron con el pueblo, tendieron un puente de identidad que despertó aceptación, siempre a través de la televisión.
Desde luego Peña Nieto también tuvo lo suyo, en el papel de galán de telenovela al que acompañó debidamente La Gaviota para adornar sus salidas “a cuadro”, en fin, los tres presidentes han sido durante sus respectivos gobiernos, los actores de mayor rating de la “tele”, con penetración constante en los hogares mexicanos.
VACÍOS DE LIDERAZGO EN LA COMPETENCIA ELECTORAL
La situación actual es que el primer morenista del país no concluyó su campaña en 2018, permanece montado en ella a través no sólo de la televisión, que es el principal entretenimiento de las clases económicas más débiles en las zonas urbanas y la única en el medio rural. En la era de la tecnología los canales de YouTube son su principal instrumento, en ese campo podemos encontrar cientos de videos con narrativas enfocadas principalmente a las llamadas pensiones, apoyos a madres solteras y otros beneficios de la política social.
Las mismas mañaneras se reproducen por YouTube, que desde luego no está regulado y que escapará a las restricciones que impone la ley durante los 90 días previos a las elecciones. Mientras que los vecinos de enfrente, azules, tricolores o del color que sea no se asoman a estos terrenos. Podemos decir que desde la óptica mediática sus participaciones son esporádicas, no cotidianas.
El 2º partido importante en el país, que es el PAN carece de un auténtico líder, Marko Cortes Mendoza, no ha cumplido de manera suficiente su papel, y ha sido el grupo de gobernadores organizados en la Alianza Federalista y los que conforman la GOAN, los que han tenido que asumir ese rol, pero cuanto más se proyecten, más muestran el vacío como partido y eso no es conveniente cuando están por enfrentar la batalla más importante de la historia electoral.
El PRI presenta el mismo vacío en la dirigencia nacional y de igual forma en la estatal de Tamaulipas.
En conclusión le han dejado la cancha libre al principal jugador morenista. Hoy la tecnología está escribiendo otra historia, por eso los medios impresos y portales informativos están en el face, sus mesas de debates también, sin descuidar el twitter, Instagram, zoom y todas las vías posibles para acrecentar su influencia.
Pero los partidos opositores a Morena, esos que montaron una mega alianza para vencer al adversario o convertirse en contraparte en el escenario legislativo, no parecen tener conocimiento del impacto de los medios de comunicación ya sea impresos, televisivos o radiofónicos, todos están ya en las redes en convivencia con la tecnología para crear criterios y formar opinión pública.
Esta primera batalla en la antesala electoral la llevan perdida hasta ahora el PAN y PRI, quienes dejaron ese amplio horizonte en manos de los morenistas.
EGRESAN 145 PROFESIONISTAS UNIVERSITARIOS
La Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Tampico (FADYCS) entregó a la sociedad 145 profesionistas formados en las áreas del Derecho, Ciencias de la Comunicación, Gestión y Desarrollo Turístico, Psicología, Idioma Inglés, así cómo en Economía y Finanzas. La ceremonia de graduación desarrollada de manera virtual y presidida por el rector José Andrés Suárez Fernández, dejó testimonio de que la institución cumple sus compromisos académicos a plenitud.
Esta es una forma de rendir cuentas a la sociedad, expresó el rector, al mismo tiempo que reconoció la aportación de todo un equipo de docentes y personal administrativo, que con su trabajo hicieron posible la formación de profesionistas preparados con programas de calidad y de pertinencia para satisfacer la demanda de los sectores que absorben este capital humano.
En ese marco, la Facultad de Derecho y C.S. rindió homenaje póstumo en memoria de los profesores Eleazar Gómez Navarrete y Claudina Treviño Pizarro.