Por la importancia que tiene el contexto fronterizo, Tamaulipas es una entidad que mantiene un flujo importante de paseantes, temporales y permanentes, extranjeros y nacionales.
Algunos puertos fronterizos representan porcentajes muy significativos en ese aspecto, y en tiempos de vacaciones fluye por éstos una muy importante cantidad de mexicanos que han decidido hacer su vida en los Estados Unidos y hasta en Canadá. Algunos, piensan regresar a casa y lo hacen cargados de sus enseres que implican una mudanza grande.
Y el gobierno federal, en una de esas acciones que hay que reconocer, y de las pocas que han tenido un buen impacto, tiene instrumentado el programa denominado “Caravanas Migrantes Verano 2017”, que, en coordinación con autoridades estatales y municipales tienden a garantizar que ellos, nuestros paisanos, tengan un retorno adecuado, tranquilo, lejos de los peligros que representa la inseguridad con la que vivimos a diario.
El gobierno tamaulipeco, haciendo eco en las necesidades de tan importante grupo de connacionales, ha iniciado también este interesante y generoso programa, desde el pasado 19 de junio, cuando en el más concurrido cruce -Nuevo Laredo- se llevó a cabo la ceremonia, aunque más que la ceremonia, lo importante es que las autoridades tamaulipecas han hecho suyo el programa, para brindar protección a los paisanos que llegan.
Se trata, pues, de apoyar a mexicanos residentes en el extranjero que regresan temporal o permanentemente a los estados de Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato y Jalisco, principalmente, aunque no quiere decir que sean únicamente de éstas entidades.
Y las acciones que coordina a nivel nacional el Instituto Nacional de Migración las emprende en Tamaulipas el Instituto Tamaulipeco del Migrante, apoyados por la Policía Federal, estatal y municipal a lo largo de la franja fronteriza.
Ya en el mes de diciembre se llevó a cabo un programa similar para brindar protección a los mexicanos del extranjero, y ahora se instrumenta para garantizar que los que vienen lleguen a casa con bien, o al menos, que tengan el menor de los peligros.
El operativo nace en Nuevo Laredo y concluye en Jalpan, allá por la sierra de Querétaro, considerando, según información del INM, que el 90 por ciento de los que vienen en él concluyen su recorrido en Querétaro precisamente, de donde son originarios.
Este tipo de acciones son muy valoradas por nuestros paisanos, porque no podemos dejar de pensar en la angustia que significa el viajar por carreteras en las que nos han contado historias peores que las de las películas de suspenso.
Garantizarles que lleguen a casa con bien, tanto en su integridad física como en su patrimonio es algo que no tiene precio, y en ese sentido, las autoridades tamaulipecas proporcionan esa seguridad, que al llegar al límite con otras entidades, como es el caso de San Luis Potosí, donde entregan simbólicamente los operativos a la Policía Federal que se encarga de escoltarlos hasta Jalpan, en el estado de Querétaro, donde ya salen a casa uno a uno, para proseguir con sus planes de visita, paseo o retorno, dependiendo del caso.
En la entidad, el gobernador Cabeza de Vaca ha insistido en procurar que quienes vivimos, o quienes visitan la entidad tengamos la menor cantidad de riesgos en materia de seguridad, y este programa coordinado por autoridades de los tres niveles de gobierno resulta una muy importante oportunidad para hacer que viajen tranquilos, que lleguen a casa con bien.
El Instituto Nacional de Migración insiste en que la mayoría son queretanos, pero propicia que la autoridad de cada estado y cada municipio involucrado tenga la oportunidad de participar, para que, todos en conjunto puedan garantizar esa seguridad que tanta falta hace cuando uno viaja. Muchos de ellos vienen ya de regreso, producto de las políticas actuales de los Estados Unidos u otras razones.
Otros, simplemente, visitan a los suyos durante un verano demasiado cálido que nos inunda ahora.