¿Suerte, publicidad pagada o trabajo? ¿Cuál es la razón por la que Carmen Lilia presidenta de Nuevo Laredo aparece constantemente en los primeros lugares entre las y los ediles mejores evaluados de México?
Este martes Consulta Mitofsky presentó su medición mensual sobre la aprobación de las y los alcaldes, en donde la neolaredense se ubica en el segundo lugar nacional de aprobación ciudadana con un 57.1 por ciento, solo detrás de Antonio Astiazaran alcalde Hermosillo con 57.7 por ciento.
Carmen Lilia es la gobernante municipal en la entidad mejor evaluada, siguiéndole en segundo lugar otra mujer, la presidenta de Tampico Mónica Villarreal que se encuentra en la posición 25, mientras el resto de sus pares tamaulipecos se ubican del lugar 66 hacia abajo. Pero, ¿Cuál es la causa de estos números?
Es obvio que estas mediciones no son resultado de la suerte, es decir es imposible que la mayoría de ciudadanos encuestados fueran de su mismo partido político, para que la evaluaran tan bien.
Si bien, podrían ser consecuencia de algún convenio publicitario con la casa encuestadora, sería poco probable. Normalmente esta estrategia se usa cuando un gobernante sale muy mal evaluado y quiere mejorar su imagen pública, por lo que busca los servicios de encuestadoras.
En el caso de Carmen Lilia no es su situación, porque desde inicios de su primer periodo ha sido bien calificada por los ciudadanos.
Entonces, descartando que los motivos fueran las dos primeras hipótesis y que estos resultados positivos de forma continua, fueran consecuencia de su buena labor como alcaldesa, ¿Qué influye para alcanzar estos éxitos?
Primero, el dinero. Nuevo Laredo es el municipio tamaulipeco que más recursos anuales recibe, con más de 4 mil millones de presupuesto, por lo que cuenta por con dinero suficiente para invertir en mejores servicios públicos y la realización de obra pública, por lo que sumado a los proyectos que edifican los gobiernos estatal y federal, el ciudadano ve una mayor obra pública en la ciudad.
Segundo, su posición familiar. Es bien conocido que proviene de una familia con solvencia económica y arraigo político. Por lo que seguramente uno de sus propósitos es continuar el legado que empezó su padre, siguió su hermano y ahora le toca a ella.
Esta debe ser una de las motivaciones principales para hacer bien las cosas, y que el legado político familiar continúe siendo respetado y admirado por buena parte de la sociedad neolaredense.
Y tercero, aspiraciones políticas. Al ser una mujer joven, tiene la posibilidad de ocupar cargos políticos de mayor responsabilidad, ya sea como diputada federal, senadora o incluso hacer historia como la primera gobernadora de Tamaulipas.
Por lo que el gozar de una imagen pública de una gobernante eficiente y querida, incrementa sus posibilidades políticas para el 2027 o el 2028.
Otra razón más que confirma que sí está haciendo bien las cosas. Son los más recientes ataques mediáticos de sus adversarios políticos, ya abordados aquí la semana pasada.
Pues de no ofrecer buenas cuentas en el gobierno municipal, sus contrincantes ni se molestarían en hacer campaña en su contra, pues no representaría ningún problema para la próxima contienda electoral.