Los pacientes mayores que presentan desnutrición prolongan su estancia en el hospital al doble de un paciente normal, y retrasa 50% su recuperación. Aumenta la tasa de reingreso prematuro, infecciones y morbilidad. El paciente es proclive a infecciones. 1 de cada 4 ingresos hospitalarios de ancianos presenta desnutrición.
Múltiples factores influyen para evitar nutrición adecuada. La desnutrición es un problema en atención primaria y especializada, de incidencia aún en centros de atención geriátrica, que afecta a gente mayor y enfermos crónicos, así mismo a los que viven en su casa o con su familia. Disfagia, alteración al tragar o para que se desplace el bolo de la boca al estómago, por mal funcionamiento de la lengua o músculos de la garganta y el esófago. Es causa frecuente y mal detectada que provoca desnutrición por falta de manejo adecuado del paciente mayor.
Las causas son accidente cerebro-vascular, tumores o masas en garganta, Alzheimer, Párkinson, etc. Puede ser por producción escasa de saliva, lesiones en la lengua o encías. Para evitarlo, debe modificarse la consistencia de los alimentos y realizar ejercicios para preparar la boca. Debe modificarse la consistencia de alimentos y líquidos. Líquidos espesos y sólidos triturados facilitan se forme el bolo alimenticio y evita se aspiren al pulmón en lugar de al estómago, y se produzca ahogo e infección respiratoria. Triture los alimentos al momento de tomarlos para que tengan textura uniforme. Evite grumos, huesecillos. Use leche o salsa para conseguir textura suave. No añada más líquido del necesario, reduce su valor nutritivo. Evite alimentos pegajosos (puré de papa, leche condensada), se pegan al paladar. Evite fruta y verdura con semillas que no pueden separarse (fresas) Los caramelos producen mucha saliva, que puede ir a la vía respiratoria.
En caso de problema al tragar líquido por riesgo de aspirar a la vía respiratoria, no ingerir agua o líquido natural, modifique su viscosidad. Siga las instrucciones para usar la cantidad de espesante que se añade a un líquido para obtener la viscosidad deseada. Evite líquido con pulpa, zumo de naranja sin colar, pues las pielecitas se retienen en la garganta. Todo alimento triturado o bebida espesa en pequeña cantidad disminuye el riesgo de tragar inadecuadamente. Use cucharas de postre, coma y beba lo que cabe en ella. La dieta debe ser equilibrada, variada y de sabor agradable. Platillos que en poca cantidad aporten nutrientes; purés y papillas con vitaminas, proteínas y minerales. Proteína, animal y vegetal; carne, pescado, huevo, leche, legumbres. Alimento rico en fibra favorece la actividad intestinal (verdura, fruta, cereal integral) Aporte vitaminas y minerales (hortalizas, frutas, verduras frescas) Tomar líquidos (1 a 1,5 litros al día), en agua, zumos, infusiones, sopas, etc. Si tiene problema al tragarlos, espéselos. Use cucharas, moldes para hacer bolas de helado y de forma a los triturados. Sirva platos a su temperatura adecuada, son más apetitosos y mejoran el reflejo de la deglución.
Al sentarse en la mesa o reclinarse en la cama, adoptar postura cómoda (silla con brazos, almohada) Evite distracciones durante la comida (TV, niños jugando) Evite que la persona gire la cabeza al comer. Antes de tragar, inclinar ligeramente la cabeza a delante y tomar aire. Comer lentamente; dejar tiempo entre cucharadas, tomar poca cantidad. No acostarse de inmediato después de las comidas. Cepillar los dientes después de las comidas. Si a pesar de estas indicaciones sigue con molestias y problemas al tragar y pierde peso, consulte con un especialista.
Nutrición en la tercera edad
Los pacientes mayores que presentan desnutrición prolongan su estancia en el hospital al doble de un paciente normal, y retrasa…