Las obras de remodelación de la avenida Francisco I. Madero de nuestra otrora hermosa capital tamaulipeca siguen avanzando, y conforme pasan las semanas suponemos que pronto serán entregadas a la sociedad.
Son muchos meses que hemos batallado los habitantes de la capital en cuanto a disponibilidad de las arterias que tienen relación directa con la obra: los cruces son difíciles, y en la etapa en que se encuentra hoy en día, hemos tenido necesidad de hacer una y mil peripecias para poder transitar por determinados rumbos.
Sin duda alguna, el rumbo del Paseo Pedro J. Méndez ha sido señalado como uno de los más caóticos, dado que es el punto de confluencia para los que van a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, al Seguro Social, al Centro de Salud, las preparatorias de La Loma y los que acuden al colegio Antonio Repiso.
En estos días que se encuentra cerrado el acceso por la avenida º17 y por Doblado, podría establecerse un programa que nos permita a los automovilistas no tener los problemas que se presentan día a día, y que, suponemos, tienen alguna solución a nuestras necesidades y requerimientos.
Nuestro trabajo y compromisos familiares hacen que tomemos estas vías cotidianamente, padeciendo el tráfico en horas “pico”, tales como alrededor de las 7 horas, las 14 horas y otras más, y nos obliga a salir de casa muchos minutos antes para evitar esos congestionamientos tan especiales.
Este lunes, para evitar el congestionamiento, tomamos la calle 22 de norte a sur, para bajar por Democracia, y cual fue nuestra sorpresa que encontramos un tráfico fluido, a pesar de ser una de las horas “pico”.
Sucede que prácticamente todos los que vamos a los sitios antes mencionados tuvimos necesidad de tomar la calle Democracia, porque, sencillamente, no había otra opción.
Lo anterior permitió que nos adecuáramos a una sola arteria y que hiciéramos un tráfico más fluido: muchos entendieron que un carril, el izquierdo, nos llevaría al Repiso, y el otro a La Loma. Así, claro, sencillo y sin agentes que estén tratando de meter orden o como suele suceder, que estén de adorno porque nadie les hace caso.
Pensamos en una posible solución a estas horas conflictivas: si se cierra, digamos, de 6:30 a 8:00 horas la avenida 17, e inclusive la calle 19 se deja para transporte público, y los automovilistas tomamos la calle 22 únicamente, saldríamos todos por Democracia, y haríamos UNA sola fila para tomar el camino al Repiso, al IMSS, a la UAT y a todo lo que hay en la Loma.
Podría ser una solución, ya que hemos vivido los beneficios de que solo se llegue por una sola vía.
Los expertos de tránsito podrían tomarse un minuto y considerar la propuesta que, a los que vamos apurados en la mañana nos resulta muy cómoda y evitamos el tráfico insostenible de todos los días.
Para grandes conflictos viales tenemos que considerar todas las posibilidades, y así, no requeriríamos tantos agentes que, de por sí no hacen mucho por agilizar el tráfico.
Y si a esto agregamos el sentido común y entendimiento de los automovilistas, podríamos ganar todos y mucho, en el sentido de que, si logramos coordinarnos con los demás, el beneficio será colectivo.
Porque no podemos estar viviendo enojados con el trafico insostenible, y tampoco ignorando a una autoridad que nunca se ha dado a respetar. Tenemos que hacer algo por nuestra ciudad, y si comenzamos con el tráfico y sus beneficios al ordenarnos, definitivamente todos ganaríamos.
Claro, si es que a los que se van les interesa cerrar su administración con una buena propuesta que quedaría para beneficio de muchos habitantes de nuestra ciudad.

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