La Perspectiva de este día es un tanto diferente, vamos a dejar a un lado los asuntos político-electorales y diferencias entre gobierno que han sido los protagonistas de las últimas semanas para hacer una breve reflexión de nuestra situación actual como sociedad. La reflexión viene a raíz de los tantos comentarios vertidos a través de las redes sociales, los mensajes de desánimo que de repente nos llegan y las dificultades que percibimos a diario desde el mes de marzo de este 2020 que ha marcado la historia de este planeta.

Esta contingencia sanitaria nos está dejando muchas lecciones, nunca antes en la historia de los últimos cien años habíamos vivido una situación así, nos ha impactado a todos de diferentes maneras y tras el anuncio del inicio del ciclo escolar vía remota los retos se hacen más grandes.

Desde aquí manifestamos nuestro respeto a los maestros y personal de la Secretaria de Educación que entiendo han hecho un esfuerzo extraordinario por buscar estrategias que permitan llevar la educación hasta los lugares más escondidos del estado. Sí de por sí su labor ya era titánica con la formación de nuestros niños, ahora será mayor pues no es fácil adaptarse a las nuevas tecnologías, sobre todo cuando naciste en una etapa diferente, buscar herramientas y contenido que pueda ser de fácil comprensión para sus alumnos y además hacérselos llegar, porque según nos explicó el Secretario de Educación, los maestros de Tamaulipas darían un plus al llevar hasta los hogares de los menores un cuadernillo que servirá de auxiliar a las clases que habrán de impartirse vía internet (donde se pueda), vía televisión (donde se pueda) o vía radio en el peor escenario.

En las mismas condiciones andan los padres de familia, la verdad no es fácil sobrellevar tantas cosas al mismo tiempo, el estrés de la enfermedad, la crisis económica que ésta ha dejado, los problemas en casa y aparte lidiar con el tema de las clases vía remota que representan también un reto para ellos pues es un papel de maestro que por lo regular no tenían.

Y sí esto nos pasa a los adultos imagínese a los menores que no alcanzan a comprender la magnitud del problema, solo saben que ya nada es igual y que tienen que estar encerrados. No más amigos, no mas actividades al aire libre, no más clases de deportes o reuniones familiares, es difícil de asimilar y aunado a esto, tampoco pueden o deben estar pegados al televisor, el teléfono o los video juegos por que tampoco es sano… Sinceramente, está canijo.

Pero no quiero cerrar esta perspectiva con un mensaje de desánimo, más bien quisiera invitarlo a vivir día a día y aprender las pequeñas cosas de la vida que ahora sabemos son grandes y que antes no valorábamos.
Recuerde, no hay mal que dure cien años…

Que Dios lo bendiga, gracias
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@DenisseRomeroM