El Fondo Monetario Internacional cita que la recuperación económica está plagada de condicionantes e incertidumbres que la tienen en riesgo y que harán que no se dé de la misma forma en todos los países. La recuperación prevé sufrir variaciones en función del comportamiento de estas economías y de los condicionantes que supeditan su potencial crecimiento.
Entre estos condicionantes están acceso a vacuna e intervención médica, apoyo de los Gobiernos y respaldo a las políticas propuestas por los principales Gobiernos a nivel mundial, las debilidades estructurales que presentaban las economías previo a la pandemia y con el paso del tiempo muestran que crecieron: deuda, desempleo, y otros elementos que comprometen el futuro a nivel global.
Preocupa a los economistas que no se vacuna en todos los lugares a ritmo similar ni se cumple los ritmos de vacunación, lo que dificulta y retrasa la reapertura. Al inicio de la pandemia se dio el cierre de la actividad económica que provoca contracciones trimestrales de hasta 16% del producto interior bruto (PIB) en España, o 20% en Reino Unido. En un escenario en el que las medidas aplicadas se centraron en un confinamiento domiciliario para controlar el virus y los contagios, permitir la actividad económica era la política más desfavorable llegando a establecer una falsa dicotomía entre sanidad y economía que preocupaba al mundo.
Esta incapacidad, conocida por los economistas como shock de oferta, obligó a tomar medidas para evitar que el cierre masivo provocara cierre de empresas y pérdida de empleo. Se dio ayuda directa a empresas y otras herramientas para que los empresarios minimizaran compartiendo pérdidas con apoyo de los Gobiernos. Hablamos de 436 millones de empresas en riesgo y 25 millones de empleos. Los expertos piden que se acelere el ritmo de las vacunas pues mientras el virus esté presente, la economía no funcionará al 100%. El riesgo de quiebra y de que sigan consolidándose estas pérdidas, sigue tan vivo como la pandemia.
La tercerización de la economía, sector más afectado, hace que las principales economías muestren mostrar mayor peso del sector servicios, en relación con la industria, lo que provoca en EE. UU., que el peso de este sea 80% del producto interior bruto (PIB) En España representa 70%, Alemania 68%, Italia 67%. Es un sector que emplea gran mayoría de personas. En Italia, 71% de la población activa se concentra en este sector. Esta dependencia del sector servicios es uno de los principales problemas que presenta esta crisis.
Los países están interconectados por recursos, educación, mano de obra calificada, nivel de inversión, capacidad de mercado en compra y venta. La dependencia no es razón para que se dicten políticas de acaparamiento nacionalista. López intentó usar reciente escasez temporal de gas en México como evidencia para fortalecer estructuras que sin inversión extranjera no crecerán al ritmo que el desarrollo exige.

No hay Economías sin Dependencias
López intentó usar reciente escasez temporal de gas en México como evidencia para fortalecer estructuras que sin inversión extranjera no crecerán al ritmo que el desarrollo exige.