No es lo mismo la cuarta transformación, que el cuarto transformador. La primera frase revela un proyecto en marcha, un movimiento armónico, sincronizado de todas sus partes, que mueve un aparato, un equipo hacia un objetivo; la segunda fase revela a alguien que plantea un deseo, una inspiración, un pensamiento mágico, un capricho, un idealismo.
En este caso, el presidente López, austero republicano es adorador del presidente Juárez por su honestidad, pues no hace referencia a su pensamiento liberal ni a los logros de Juárez durante su gobierno. Desde el punto de vista de los críticos del inmenso Juárez, éste tenía la tendencia de mantener el poder más allá de la Ley, lo mismo me parece del presidente López, quien ni siquiera es honesto, más bien usa el poder histórico de Juárez y este si transformador, para saciar sus ansias de poder y desea parecerse tanto a Juárez el presidente López, que las críticas con base en evidencia le hacen al presidente López, “lo que al aire a Juárez”.
Trepado en su macho desde siempre, el presidente López decretó un recorte al gasto y a la inversión de dinero público, situación vista en gobiernos anteriores en el marco de una severa crisis, lo que de acuerdo al presidente López no existe en México. El Congreso de la Unión diligente y gentilmente, aprobó la Ley Federal de Austeridad Republicana, que generó despido de miles de empleados del gobierno, cancelación de contratos y licitaciones, reducción de salario a los altos funcionarios (¿?) y drástica reducción en el gasto cotidiano de las autoridades: Lujos, dispendios y opulencia en el ejercicio del poder llegan a su fin (¿?), establece el Plan Nacional de Desarrollo El gobierno eliminará privilegios del poder y prebendas de que han disfrutado los funcionarios de nivel alto y medio.
El recorte del presupuesto causa estragos en el país, aunque algo bueno a su favor es cancelar plazas de asesores, direcciones adjuntas, compra de automóviles, seguros médicos privados, bonos extraordinarios, guardaespaldas, pago de comidas y servicio de telefonía celular; vaya usted a saber hasta donde las órdenes del presidente López se cumplen a casi un año de administración. Se suspendieron contratos de obras públicas, como Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y la operación de gasoductos para producir electricidad sobre la base de corrupción en esos contratos, pues sin medir las consecuencias de su impacto en la economía y crecimiento del país no se revisó el contenido de los contratos para sanearlos y continuar con obras vitales con nueva licitación. Licitar no es propio del absolutismo con el cual se maneja el presidente López; su administración adjudica directamente 75% de los contratos, sea compras u obras, por lo que concentrar todas las compras del gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda es una pantalla.
El impacto de la austeridad pública se nota. Distribución de insumos en hospitales; falta de personal, equipo, mantenimiento físico y al equipo; centenares de mexicanos despedidos sin que se analizase cada caso, sólo por austeridad juarista, no es correcto demeritar así el espíritu de la austeridad de Juárez quien sufrió una época de invasión extranjera y de guerra contra México.
Una de las áreas con más problemas es la construcción con caída de 6,2% en 2019 (Inegi), una de las tres actividades más importantes en la economía. La construcción de obras del gobierno está en estrecha vinculación con el sector privado, y éste se vincula con 50 ramas de la economía. Las medidas terminaron siendo un lastre y no un despegue para la economía.
¿Adónde va el dinero que se recortó? Promueve la contratación de aprendices en empresas, talleres o restaurantes. El gobierno paga su sueldo de $3.600 al mes; son un millón de personas. Sistema de becas para estudiantes en situación de pobreza y uno más para quienes viven en las ciudades y estudian el bachillerato y universidades; los beneficiados son 2,4 millones (SEP) Los adultos mayores, a quienes se duplicó el subsidio; 7 millones reciben el apoyo en efectivo y se tiene la meta de incorporar otro millón; cada uno recibe 2.550 pesos al mes. Se estableció un programa de precios de garantía para los campesinos marginados.
Aunque el presidente López defiende rabiosamente su programa de acciones, la realidad es que el país económicamente va en picada, afectando precisamente a quienes el país aún puede regalar dinero a través de programas sociales, sin embargo el tiempo se le acorta al presidente López, pronto se quedará sin dinero para calmar al pueblo bueno, al que por lo pronto tiene a su favor “bien maiceado”.