“La ideología dominante no sólo opaca la realidad sino que también nos vuelve miopes para no ver claramente esa realidad…”

Paulo Freire


En lo particular me parece una buena noticia para Tamau
lipas, acunada en este caso en una acertada percepción del quehacer gubernamental.

Me refiero a lo señalado en el inicio de esta semana por el Secretario de Administración del Gobierno del Estado, Jesús Lavín, sobre la visión de la actual administración tamaulipeca en lo referente a cómo está manejando el gobierno federal sus respectivas áreas y la posible alineación estatal –en ocasiones sometimiento a ese orden gubernamental.

Palabras más, palabras menos, dijo Lavín lo siguiente:

“Implicaría un riesgo homologar la estructura del Estado a la del gobierno federal. Puede considerarse pero sólo en algunas áreas específicas, ya que cada Entidad tiene características únicas en su funcionamiento”.

Como tamaulipeco aplaudo esa óptica, sobre todo en una geografía como la de Tamaulipas, definida por propios y extraños como una “Confederación de Ciudades Estado”, en donde basta cruzar una línea imaginaria entre municipios para encontrarse a boca de jarro con otra mentalidad y otras prioridades. Así es de complicada nuestra patria chica y celebro que la gestión de Américo Villarreal considere y valore esas diferencias.

No es un comentario sobre las rodillas. En estos tiempos en que la prioridad política en México parece querer ser el primero en ponerse de rodillas ante los designios del gobierno federal a veces hasta los límites del ridículo o la bufonería, que primero se privilegie las necesidades del Estado es como hallar una perla en el desierto.

Nada malo hay en sumar esfuerzos con el poder central, nada malo hay en tomar lo bueno de sus acciones y colaborar en los objetivos nacionales, pero un gobierno estatal es como ser un padre de familia: Primero mis hijos y después mis hermanos, por mucho que quiera a éstos.

En otras palabras y apelando a la sabiduría popular, es aplicable la frase coloquial que asienta:

“Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre”

¿BRINCÁNDOSE LAS CUERDAS?

La disparidad en las visiones del Congreso del Estado y de la dirigencia de MORENA en Tamaulipas, sobre la suerte que debe correr el Fiscal General de Justicia estatal, ciertamente es inusual pero a la vez, observada desde la óptica nacional es parte de lo que está ocurriendo entre facciones de ese partido en las dos cámaras legislativas federales.

En el Estado, el Congreso decidió aparentemente aceptar el blindaje que le dejaron los panistas a Irving Barrios hasta el 2027, mientras el mando morenista asegura que lo legal es que éste tome sus maletas y se vaya el año entrante.

Al margen de quienes tienen la razón, alguien o algunos, como asienta la voz popular, “se están brincando las cuerdas”, porque es obvio que para resolver ese tema no se va utilizar el clásico lanzamiento de una moneda al aire en el clásico “águila o sol”.

Las diferencias siempre han existido y los forcejeos de poder también, pero por lo menos diputados y mandos partidistas deberían dirimir sus percepciones en “petit comité” o para decirlo a la mexicana, “en lo oscurito”.

Allá ellos. O ellas

X: @LABERINTOS_HOY