Durante su visita a Victoria, la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, no solo vino a reunirse con la militancia, sino que aprovechó para reavivar el caso Cabeza de Vaca, un tema que los morenistas no sueltan.

Lo calificó de cínico, corrupto, y símbolo de lo que representa el PRIAN, asegurando que se hizo multimillonario a costa del erario público.

Y como el panista no es de quedarse callado, desde Washington y a través de sus redes sociales respondió acusando a la morenista de mentir y calumniar, afirmando que lo atacan por haber denunciado redes de corrupción y huachicol.

Mientras la guerra de declaraciones seguía, los titulares daban cuenta de siete exfuncionarios más de su administración que, en menos de una semana, fueron vinculados a proceso por distintos delitos.

Entre ellos, Rómulo “G.”, exsecretario de Bienestar Social, procesado por tercera ocasión por la compra irregular de despensas por 250 millones de pesos; Enrique Jorge “N.”, exsubsecretario de Finanzas de Salud, por un seguro de vida médico de 5 millones que nunca se pagó; y cuatro exfuncionarios de Obras Públicas acusados de uso ilícito de atribuciones.

El PAN ha calificado estos procesos como “persecución política”, mientras que Morena los presume como prueba de su lucha anticorrupción.

Lo lamentable es que estos pleitos políticos se dan en medio del luto de cientos de familias que aún se recuperan de los daños provocados por las lluvias recientes.

Ni el PAN, que intenta renovar su imagen, ni Morena, que organiza giras partidistas, han tenido la sensibilidad de hacer una pausa por respeto a la tragedia.

La confrontación política no puede estar por encima del dolor de la gente. Ojalá algún día entiendan que el verdadero servicio público se demuestra con acciones, no con discursos.

¿No cree usted?

Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales.