La novela, el cuento y la epopeya son los géneros de la narrativa, que es la descripción oral o escrita de un acontecimiento, real o ficticio, con el fin de persuadir y entretener al espectador, el cual puede ser un lector o un oyente y que nos muestra una secuencia de hechos en un tiempo y espacio determinado y vivido por uno o varios personajes.

Les comparto el significado, porque de un tiempo a acá, el termino narrativa solo lo escuchamos de los académicos e intelectuales que tratan de desmenuzarnos, infructuosamente, en muchas de las ocasiones, el acontecer diario, pero que cada día se hace más evidente la intención de manipular.

Lo que debería de ser un espectáculo lo han convertido en algo dogmático.

La injerencia ya es muy obvia, el objetivo de la derecha en México es recuperar el poder perdido, solo eso, pues la obcecación de Ricardo Anaya, dio al traste con los acuerdos cupulares y eso a pesar de que sus compinches les pusieron de candidato a uno de los suyos.

Así que no pueden culpar a nadie más, tal vez por ello ahora recurren a la derecha norteamericana para tratar de obtener competitividad en una pelea perdida de antemano, la del 2024.

Desde el 12 de enero de este año, el Diputado por Texas, allá les llaman Congresista, Ben Crenshaw, subió al pleno de la cámara una iniciativa de ley, que tiene muchos años de utilizarse como recurso electoral en su territorio, “La necesidad urgente de calificar de Terroristas a los Carteles Mexicanos”, esto a raíz de que ya suman muchos los muertos por efectos del Fentanilo.

La iniciativa desde entonces, se mandó a comisiones para su análisis y nadie la ha analizado ni tomado cuenta, salvo los congresistas de derecha, que recurren a ella con el claro objetivo de atraer reflectores a sus luchas políticas internas.

Y aquí viene lo interesante, aquella iniciativa del 12 de enero del 2023, cobró vida propia a principios de marzo, cuando comenzó a circular activamente por las redes sociales como un hecho consumado, aprobado pues por el Congreso de USA.

El resto lo conocimos todos, militares por error balean una camioneta blanca en Nuevo Laredo y unos de los fallecidos es ciudadano norteamericano, se encienden las alertas en el consulado y emiten una restricción.

Y en esa misma semana, un grupo de civiles armados, por error balean una camioneta mini van blanca, con la sorpresa de que hay video, si hay video y circula de inmediato junto a otros de persecuciones y balazos en Matamoros, pero en el que nunca aparece la mini van siendo perseguida.

Para sorpresa de todos, el video de la cámara de seguridad de una empresa, se convierte en viral y del whatsapp, sube a twiter, y de ahí al mundo entero para devolverle a Matamoros la mala imagen que tanto han luchado los artistas por disminuir.

Se hace pues evidente, con las imágenes macabras, recogiendo cadáveres y heridos, pero solo los extranjeros, pues la dama que esperaba la “pesera” de nombre Arely y que recibió una bala perdida en la cabeza, ella no fue tomada en cuenta para la limpieza de la calle, la vida de los mexicanos no les importa ni a las autoridades ni a los evidentes poderes fácticos que operan con total impunidad.

Ahora la narrativa se extiende, los “gringos” tenían antecedentes penales, y mueven las conciencias como si merecerían un final así, olvidando que en Tamaulipas tener antecedentes en los Estados Unidos puede ser hasta requisito aceptable para llegar a gobernarlo.

Solo políticamente se puede entender la postura de los Congresistas de derecha, pues para todos es claro que el Fentanilo cruza la frontera, pero para nadie es posible creer que se distribuya solo, y que después de cruzar el Rio Bravo, le crezcan patitas para llegar a Nueva York.

Si las series de NETFLIX surgen de los medios de comunicación, y hasta lo presumen, ahora nos queda claro porque inventaban tanto, pero también porque vuelven con tanto furor, desde que inició esto, ya no se habla de García Luna ni de Calderón, ¿acaso alguien lo ha notado?

Lo que sucede en Tamaulipas es una prueba de fuego para los 3 niveles de gobierno, o actúan, o sucumben ante las nuevas NARRATIVAS.

 

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