Tal y como dice José María Napoleón en la letra de la canción “Nada te llevaras cuando te marches, cuando se acerque el día de tu final, vive feliz ahora, mientras puedes, tal vez mañana no tengas tiempo, para sentirte despertar”. En un momento dado de tu ajetreada vida, tendrás la oportunidad de valorar el tiempo que aún tienes por vivir, de no hacerlo, de no tomarlo en cuenta, lo vivido se habrá perdido entre reniegos, autocastigos, remordimientos, culpas y un egoísmo acentuado con sabor amargo.
Nunca es tarde para detenerse a poner en su justa dimensión lo que es vivir, y valorar lo que significa ser feliz, porque no todo lo que se ha dicho de las dificultades para lograrlo son ciertas, el primer paso es detenerse a desempolvar la plena conciencia, la que no nos permitirá vernos como víctimas, o como culpables de nuestra amargura, simplemente como parte de nuestra historia de vida para aprender de todas las experiencias, de las gratas y de las no muy gratas.
El equipaje para continuar el trayecto que nos queda por recorrer en la vida, debe ser cada vez más liviano, de tal forma, que al llegar al principio de nuestro supuesto final, podamos ingresar al portal en la forma espiritual, lo que facilitará nuestra incorporación al todo universal.
No es necesario profundizar en estudios sofisticados o especializados para entender la trascendencia del proceso evolutivo del ser, lo que en vedad es importante, es reconocer que el cuerpo material es el vehículo para transportar al espíritu en un viaje que ha sido planeado por el Todopoderoso con un propósito, que iremos descubriendo poco a poco, hasta alcanzar la madurez que se requiere para entender lo que necesitamos saber antes de partir a la vida eterna.
Entonces debemos recordar que nada nos llevaremos, porque nada fue nuestro, si acaso, los recuerdos de los acontecimientos milagrosos que nos ayudaron a despertar del sueño de nuestra ignorancia, nos acompañarán en el recorrido, para retroalimentar la idea de que todos, absolutamente todos, estamos aquí por un motivo para cumplir con un propósito de quien nos ha creado.
enfoque_sbc@hotmail.com