Todo poder político, religioso, socioeconómico, usa pantallas para evitar que la sociedad vea la manera en que se le manipula para ocultar la verdad y evitar que el conocimiento y el análisis le hagan llegar a la adultez. En 1962, Pablo González Casanova publicó textos en los que reflexionó sobre el desarrollo, la exploración y la democracia en México, vetado por una década. Surge el concepto de “colonialismo interno”.
El exrector UNAM define al colonialismo interno como forma de las relaciones de explotación, en la que, dentro de un mismo país, pueblos pertenecientes a una misma cultura y sus clases sociales, dominan y explotan a otros pueblos con sus propias culturas y clases sociales. Manifiesta preocupación por las contradicciones que se dan dentro de países donde había triunfado el socialismo o el nacionalismo revolucionario, y donde se fortalecía el “poder nacional” para confrontar políticas imperialistas, acotando el “poder social” bajo pretexto de fortalecer la nación.
Estas relaciones de dominación-explotación de este colonialismo siguen vigentes en México. Son relaciones que se observan con el surgimiento del Estado (nación independiente), que sobrevivieron a la Reforma, Revolución, Estado benefactor, al neoliberalismo y a la Cuarta Transformación. Se trata de relaciones en que la “metrópoli” sigue definiendo las políticas de “desarrollo” que sus colonias “necesita”. Cancela planes y proyectos que no le interesa e impone puertos, trenes y proyectos que en realidad no son necesarios para las colonias, sino para el proyecto que la metrópoli define como nacional y prioritario.
En este colonialismo, pueblos, barrios, tribus y naciones que cuentan con estructura propia de gobierno y que pertenecen a culturas distintas a la dominante, no tienen la posibilidad de tomar decisiones sobre sus territorios y recursos. La decisión final se toma desde la metrópoli en pro del desarrollo y la seguridad nacional. En 2006, a propósito de una edición de Sociología de la explotación, González Casanova escribió en el texto introductorio que el colonialismo interno forma parte de un corpus teórico mayor, la sociología de la explotación y que entre sus proyectos personales destaca trabajar por una sociología de la liberación.
González Casanova trabajó sobre distintos pilares que sostendrían ese proyecto: democracia, liberación, socialismo, autonomía, conocimiento e información, etc. A 60 años de que González Casanova planteó el concepto de colonialismo interno, que incomodó e incómoda a izquierdas y derechas, las relaciones que ahí se describen siguen vigentes. Por eso González Casanova y sus teorías y conceptos son columnas del pensamiento crítico, y bases para pensar en alternativas en las que el ciudadano decida, no el colonialismo a través de sus herramientas de poder y de control.