¿Quién está moviendo las aguas en el Partido Movimiento Ciudadano en la capital del Estado?

La pregunta viene a colación por la inusitada actividad del regidor Mario Alberto Ramos Tamez en contra de la remodelación de la avenida Francisco I. Madero. El icónico paseo de “El 17”.

La verdad, resulta insostenible la idea de que esta persona sostenga esa actitud como dice la voz popular, “por sus pistolas”. En política nada sucede por casualidad ni acto alguno es un hecho fortuito. Todo, como asienta una de las leyes de la física, tiene una causa y efecto y en este caso queda claro que lo que se busca casi con desesperación en el desangelado protagonismo de este bisoño militante naranja es precisamente ese efecto.

Con este escenario, sin tomarse el trabajo de escarbar más allá de cinco centímetros en el terreno que pisa Mario Alberto, asoma la figura de quien se ha erigido en el “santón” del MC en Tamaulipas y especialmente en Victoria. Usted lo conoce: Gustavo Cárdenas Gutiérrez.

¿Está el ex alcalde detrás de este regidor?

No es descabellada la presunción. Gustavo, uno de los políticos más hábiles que hay en Tamaulipas para establecer acuerdos que lo hacen ganar aún perdiendo, parece no haber sido tomado en cuenta por un proyecto que originalmente nació en el sexenio de Egidio Torre Cantú, como parte de un paquete global que incluye al Paseo Méndez, los alrededores del estadio “Marte R. Gómez” y a la plaza Juárez, mejor conocida como “la del 15”. frente al Palacio de Gobierno. Sólo “El 17” quedaba pendiente.

Permítame echar al vuelo mi imaginación.

En la antesala de un proceso electoral en donde el MC será protagonista estelar por colgarse de Andrés Manuel López Obrador, con seguridad al ex dos veces candidato a gobernador debe preocuparle que sus colores y plataforma no sean vistos con respeto. No para ganar, sino para lo que Gustavo es un maestro con doctorado: negociar.

Por favor, resulta pueril creer que un jovencito con aspiraciones de político esté enfrentándose como un Quijote de caricatura a los poderosos molinos que se mueven con los vientos del cambio. No tiene la estatura para medirse con esas fuerzas. Necesariamente hay alguien más detrás de él y de la cauda de novatos que le rodean.

Y de algo no puede haber duda. Si no es Gustavo el que está moviendo estos hilos, tengo la certeza de que sabe quién lo está haciendo. Y como dicen en el rancho: Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata…

MADUREZ

En la etapa final de la renovación de su mando rectoral, me parece que la Universidad Autónoma de Tamaulipas puede colgarse una medalla fuera del ámbito académico.

Me refiero a su estabilidad política interna.

La UAT, a diferencia de otras instituciones similares en el país, no concentra a su población estudiantil y docente en una ciudad como lo hace Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro o Jalisco por citar algunos casos relevantes. Es una universidad dispersa físicamente y por la peculiar geografía política del Estado, resulta mucho más complicado que en esas entidades, establecer conductas comunes en sus bases.

Y sin embargo, lo ha hecho.

En lo personal, me complace ver en mi Alma Mater esas señales de madurez. Ciertamente le falta mucho camino por andar aún, pero en hechos como una apacible sucesión en la Rectoría, sin las indeseables presiones de años atrás de cotos de poder y con un equilibrio financiero que la ha puesto a salvo de vaivenes y crisis económicas, me satisface voltear a ver a la que fue y es cuna de mi juventud profesional.

Hago votos porque siga así. Tamaulipas la necesita…

Twitter: @LABERINTOS HOY