Morena está obteniendo su constancia de crecimiento y consolidación como partido, así lo confirma el reclamo de los líderes fundadores de los comités municipales que fueron las células que dieron vida a lo que hoy es ese instituto político y ahora reclaman candidaturas o puestos administrativos como compensación a su aportación.

En pocas palabras contribuyeron a construir el movimiento político que se transformó no sólo en partido, sino que además hoy es gobierno, así lo manifestaron en un plantón frente al Palacio de Gobierno donde exhibieron una lona repudiando a lo que llamaron “arribistas como Guadalupe Acosta Villarreal”, actual subsecretario de la SET.

Los llamamos líderes, porque cuando el único recurso que tuvieron en ese momento para sumar adeptos fue la saliva, el mensaje de ellos, que provenían en su mayoría de la clase popular, convenció y sumó para darle fuerza a lo que era el MOvimiento de REgeneración NAcional, que luego se transformó en lo que hoy es MORENA.

La lona exhibida a le letra dice: “En Morena (Tamaulipas) queremos morenistas para candidatos y funcionarios. Fuera arribistas como el subsecretario de la SET, el priísta Guadalupe Acosta Villarreal”.

La circunstancia es que pudimos confirmar la presencia de varios elementos de diferentes municipios como Reynosa, Nuevo Laredo, Río Bravo, Cd. Victoria entre otros, que dijeron haber sido pioneros en la fundación del movimiento social que dio origen al partido Morena. Efectivamente fue un grupo nutrido en el que se dijo estaban representados los 43 municipios por los fundadores de Morena y que en este momento reclaman no haber sido tomados en cuenta.

Este episodio que vive Morena, nos trae a la memoria dos frases ilustrativas propias del suceso, una de ellas es: “Cuando vamos tras la presa, corremos todos, codo con codo, somos hermanos, pero ay de aquel que se adelante porque toda la jauría se le echa encima” y la otra que ya la hemos mencionado recientemente,  para sostenerse políticamente, “hay que saber repartir, hacia arriba y hacia abajo”, y aquí se olvidaron de los de abajo.

            VOTACIÓN DESANGELADA, QUE TODOS TEMEN

Preocupa al sistema político del país, incluyendo al de Tamaulipas tener el 2 de julio una votación copiosa, que otorgue triunfos absolutos de representatividad. Un descenso en la asistencia a las urnas para elegir senadores, diputados federales y locales, así como renovación de los 43 cabildos, sería lamentable. Y es que hace falta una cultura electoral en los ciudadanos, los cuales no tienen interés en ir a votar.

Querer resolver el problema a través de los medios de comunicación no es precisamente la solución, sería como las llamadas a misa, las campanas repican para invitar a todos a asistir, pero no todos van, solo aquellos que tienen una convicción de fe.

Claro que la difusión de los medios, ayuda y en lo particular estaremos haciendo lo que nos corresponde, pero se necesita antes, sembrar en la conciencia colectiva la importancia de ejercer ese derecho constitucional. Nosotros estaremos “machacando” la fecha del 2 de junio para acudir  a las urnas y también sobre la importancia de elegir, y elegir bien a los candidatos que entregaremos nuestro voto.

 Pero eso no es suficiente. Hay necesidad de instituir un programa permanente, obviamente tiene que ser instrucción nacional, y que deberá estar  presente en las 52 semanas del año, se realicen o no elecciones, y debe empezar por la formación escolar básica. Esto ha sido un tabú a partir de que el PRI ganaba todas, porque se consideró que iba a ser una influencia, es decir inducir el voto y ahora se puede pensar lo mismo del partido en el poder, pero…

 Al niño hay que explicarle cuál es la función de un diputado, senador, alcalde, gobernador, etc. Y a partir de ahí sembrar la semilla de interés por elegir a su representante.  Informales desde ahora quienes son los candidatos y celebrar una elección interna y al tener resultados compararlos con los obtenidos en los comicios constitucionales. O bien elegir su representante de grupo y de estos celebrar otra elección para que tenga un representante.

Es un ejemplo, pero algo tienen que hacer para sembrar en los niños y adolescentes de hoy, los valores cívicos; que conozcan su derecho a votar y ser votado, que nadie los obliga a sufragar, precisamente porque es el Derecho, es un sistema normativo, e institucional que regula comportamientos con certeza jurídica. Explicarles además la importancia de elegir representantes populares que muestren identificación con las causas populares y las que demanda la sociedad.