La luna de miel entre los Partidos Morena y Acción Nacional pareciera haberse terminado luego de la candente intervención del diputado Gerardo Peña Flores, durante la sesión legislativa celebrada el jueves anterior. La coordinadora de la fracción de Morena, como resorte salto de la butaca lo mismo que una decena de legisladores de la misma fracción.
Lo que en otros tiempos hizo la oposición de abandonar la sesión para crear un vacío a los gobernantes que acudían al Palacio Legislativo a entregar sus Informes de labores, los representantes de Morena, dieron muestra de la falta de capacidad para argumentar un debate desde la más alta tribuna tamaulipeca.
Flores Peña, quien acompaño el 20 de noviembre al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca al desfile en Nuevo Laredo, replicó a los integrantes de Morena el vacío que se advierte de parte de ese partido ante circunstancias que ponen en riesgo la integridad y la seguridad de los ciudadanos tamaulipecos.
Edna Rivera, quien se ungío como coordinadora de Morena se negó a dar la cara, pues el tono del pronunciamiento del legislador panista tenía como objeto señalar la actitud de tibieza que ha asumido el gobierno federal, ante circunstancias de violencia lo mismo en Tamaulipas, que en Michoacán, Guerrero o Sinaloa.
En la víspera de la sesión, algunos comunicadores circularon la versión de que se presentaría una iniciativa para reformar alguna de las leyes y reglamentos que facultan al gobierno estatal para combatir ese tipo de violencia, pero no ocurrió debido a que son facultades del ejecutivo federal, porque se trata de la seguridad interior.
La propuesta de Peña es que surjan las condiciones para crear un equipo de trabajo consagrado a velar por la seguridad de los tamaulipecos. Quizá el tono del legislador intimidó a los morenitas. Que se negaron a hacer uso de la tribuna, pero no dieron la mínima muestra de entrar a la confrontación de ideas.
Exhibió las debilidades de ese partido, que como oposición ha mostrado que le falta tamaño, pues ninguno da señales de tener a flor de piel los principios de ese organismo político. Y quienes podrían haber construido una respuestas, están divididos de la fracción morenista como es Ana Lilia Cantú Rosas Villarreal.
Quizá Edna Rivera y su fracción pensaban que como oposición sus posturas bastaban con ser mielosas, lo que no entendió que Peña es de los hombres cercanos al gobernador. Y Peña llega a la legislatura en el segundo tramo de la administración para cerrar la gestión.
Quizá por ello, los puntos relevantes del poder legislativo, ha optado por ser él mismo quien hace los planteamientos legislativos y posicionamientos políticos que están vinculados al quehacer de la gobernabilidad.
Lo cierto, es que en otras entidades donde se ha desbordado la inseguridad los legisladores y gobernantes han optado por el silencio, a diferencia del posicionamiento del poder ejecutivo y legislativo. Habrá que esperar si el poder judicial hace lo propio, a través de Horacio Ortiz Renán.
Por lo pronto, tal fue la sacudida en el palacio legislativo que la legisladora Ana Lilia Cantú Rosas Villarreal ni por equivocación busco subir a la tribuna, sino que hizo fila “india” con sus compañeros de bancada.