Aquel refrán que cita, la ropa sucia se lava en casa, está en el olvido. Los políticos iniciaron el actual estatus de mostrar la suciedad del oponente y del compinche, al fin que nada pasa. La sociedad en general se muestra ajena e incapaz de exigir un modo de vida honesto de sí misma. Las verdades que se sabían se oficializan y no hay ninguna investigación judicial seria, no hay castigo, no hay responsables ante la impunidad que la sociedad internacional brinda a responsables de delitos sean públicos o privados.
Hollywood es un ejemplo típico de una cloaca que se conocía y que ahora los actores se atreven a señalar. Siempre se ha sabido que el negocio del cine es uno de los más importantes; da cabida a todos los aspirantes a artista pues la puerta del éxito es muy ancha, pero muy bajita, para cruzar al éxito hay que agacharse. Así vive la sociedad en general, agachada y parece que más se agacha con cada nota que da a conocer la corrupción que prevalece dentro de los gobiernos y con las empresas privadas. Vea usted la talla mundial de los personajes que recurren a los paraísos fiscales y comprenderá que el crimen organizado no puede existir sin el auspicio de los multimillonarios.
No hay antecedente histórico en México de tan abundante información que señala a personas, entidades de gobierno, convenios y concesiones otorgados bajo actos de corrupción; así como del robo descarado y cínico del dinero público. También no hay antecedente en la investigación judicial y detención de ex gobernadores como sucede actualmente, y también seguimos como ha sido a lo largo de la historia sin recuperar las enormes fortunas robadas a la patria y sin señalar responsables que paguen por sus delitos. Finalmente, continúan con sus fortunas mal habidas.
Odebrecht, constructora brasileña con proceso judicial por corrupción en varios países de América Latina, está ligada a 17 empresas con sede en varios paraísos fiscales a los que personajes de la política, empresarios, artistas, deportistas, cualquiera que tenga ingreso millonario, recurren para obtener mayores ganancias por mejor pago de interés por su dinero que se sabe se utiliza para lavado de dinero, lo que es un delito, y además evaden pagar impuestos. Es casi imposible desterrar la corrupción y la actividad criminal organizada pues figuras deportivas y artísticas consentidas del público y quienes manejan los gobiernos y la realeza, forman parte de la red de crimen organizado.
Varios ejecutivos de Odebrech firmaron acuerdo de colaboración judicial con la fiscalía de Brasil bajo el método de delación premiada con la que los implicados denuncian a otros culpables a cambio de que se reduzca su sentencia. Crearon el Sector de Operaciones Estructuradas para pago de sobornos y control de las transacciones. La trama funciona por camadas de empresas, una relacionada con otra lo que oculta el flujo de dinero para legalizar recursos con facturas y contratos falsos, lo que evita que las personas y actividades desarrolladas en una esfera sean del conocimiento de los involucrados en otra camada.
La reina Isabel de Inglaterra, a través del ducado de Lancaster, una fuente de su ingreso, e invirtió 10 millones de libras esterlinas en Bermudas e Islas Caimán. El príncipe Carlos, realizó campaña para modificar acuerdos sobre cambio climático, sin revelar que el ducado de Cornualles, una de sus fuentes de ingreso, invirtió en una empresa en Bermudas que se beneficia de las propuestas que él mismo hizo en favor de la protección al ambiente. Shakira, reside en Barcelona, sus derechos de autor están en otro país e invierte 31 millones de euros en Bermudas. Bono, cantante del grupo U2, domiciliado en Bahamas por asunto fiscal, transfirió a Malta para pagar acciones de un centro comercial en Lituania. Madonna, es accionista de una compañía de insumos médicos en Bermudas, que cerró en 2013. Lewis Hamilton, cuatro veces campeón de Fórmula Uno, evadió impuestos por su jet privado, en Caimán. Amitabh Bachchan, figura de Hollywood, es accionista de una compañía de medios digitales fundada en Bermudas en 2002. Los ex primeros ministros de Canadá Brian Mulroney, Jean Chrétien y Paul Martin, figuran en las investigaciones sobre paraísos fiscales.