La magnitud de los daños causados por el temblor del martes, rebasa la capacidad de respuesta del gobierno, de allí la importancia de los grupos de ciudadanos espontáneos que colaboran en las labores de rescate, pues salvan muchas vidas.

Más adelante vendrá otra etapa de la emergencia que tendrá que afrontar el gobierno, que es la reconstrucción de los edificios colapsados y los que quedaron con daños en sus estructuras, que hacen obligatorio terminar de tumbarlos.

Esto tendrá un costo económico todavía incalculable, pero se adivina superior a las disposiciones de dinero del gobierno. Las consecuencias del terremoto suponen una parálisis de tiempo indeterminado, de actividades productivas, que repercutirán en la economía.

Estamos hablando de que las entidades federativas sacudidas por el temblor sufrirán un estancamiento que se reflejará en una baja recaudación de impuestos, agravando todavía más la crónica crisis económica que caracteriza al sexenio de Enrique Peña Nieto.

Por eso es pertinente tomar en serio la propuesta de MORENA y su presidente nacional Andrés Manuel López Obrador, de entregar en donación en beneficio de los damnificados, el 20 por ciento de las prerrogativas que les entregará el INE para pagar campañas electorales en 2018.

México vive una emergencia nacional que requiere soluciones inéditas, grandes, desesperadas, diferentes, inusitadas, porque de ese tamaño es la necesidad de poner de pie, otra vez, a esas regiones.

Políticos necios, hipócritas y mojigatos, como Ricardo Anaya, el porro de Javier Lozano y otro de su calaña, Roberto Gil Zuarth, se apresuraron a enviar el mensaje de que es intocable el dinero gubernamental destinado a los partidos, dizque por mandato de ley.

En efecto, el INE confirmó que las prerrogativas destinadas a engrosar las arcas de los partidos políticos, están etiquetadas y sólo deben emplearse para los propósitos autorizados, es decir, las campañas electorales.

Pero PERO debemos destacar que el espíritu de esta ley (que es más importante que la misma ley, según la definición del filósofo Montesquieu) es que los políticos no desvíen ese dinero a fines impropios, ilegales, inmorales, en suma, que no se lo roben.

Por eso es pertinente y oportuno modificar esa ley para que los partidos destinen, no el 20 por ciento de sus percepciones autorizadas, sino el 50 por ciento, que suman más de tres mil millones de pesos.

Por supuesto, el monto del daño global provocado por el temblor, es superior a esta cantidad de dinero, pero servirá cuando menos, para que el gobierno no tenga pretextos de incumplir su obligación de regir la reconstrucción o de recurrir al endeudamiento externo, si es que todavía quede algún organismo internacional que le preste dinero.

Es un disco rayado el lamento nacional, de que el dinero de los paga-impuestos que se regala a los políticos y a sus partidos, es un dinero desperdiciado, debido a que financia elecciones que redundan en funcionarios del tipo de Carlos Romero Deschamps, Manuel Cavazos Lerma, Egidio Torre Cantú.

Tenemos una democracia muy cara, que produce servidores públicos muy chafas.

Por cierto, también el presidente estatal del PRI, Sergio Guajardo Maldonado, dio a conocer mediante un tuit, su petición al gobierno del Estado, panista, de que apoye a Río Bravo. Escribió el dirigente tricolor:

“Quien gobierna debe hacerlo sin distingos de colores y partidos; el PRI demanda que el gobierno del Estado gobierne para todos y apoye gente de Río Bravo”.

Seguramente el lunes, en conferencia de prensa, Sergio redundará en el tema pero con más energía y enjundia, porque el agravio político no fue menor.

Alejandro Etienne Llano, coordinador de la escuálida bancada tricolor en el Congreso local, desaprovechó la sesión de ayer, de la Comisión Permanente, para promover un punto de acuerdo que invite al titular del poder ejecutivo local, a cumplir su juramento rendido ante esa Soberanía, de respetar y hacer respetar las leyes.

En temas políticos, entrevistamos el martes en Nuevo Laredo a la abogada Ivonne Ortega Pacheco, ex Gobernadora de Yucatán y ex secretaria general del CEN del PRI, quien presentó su proyecto “Recuperemos al PRI”, adoptando una radical postura de oposición.

Le preguntamos cómo piensa conseguir que el partido tricolor la designe candidata a la Presidencia de la República, si México es machista y su partido, más, amén de que el señor Meade está perfilado.

Ivonne es labiosa y persuade con facilidad, tal vez porque pertenece al partido del gobierno (federal) y lleva en las sangres genes de un reconocido cacique, extinto, don Víctor Cervera Pacheco, su tío.

Respondió la guapa yucateca, que la esencia del pleito entablado por su movimiento, es para conseguir que las candidaturas ya no sean por dedazo, imposición, fuerza, compadrazgo o recomendaciones.

Reveló que ha sido presidente municipal, diputada local, Senadora, Gobernadora, y diputada federal, con licencia, pero que ganó todas las postulaciones en consulta interna, democrática, imparcial.

Su Movimiento Nacional propone jubilar al dedazo, enterrarlo para siempre, y dar curso en adelante, a procesos abiertos, una consulta universal, para que el candidato presidencial surja con una auténtica base popular.

Aclaró que en su siguiente reunión, el Consejo Político Nacional decidirá el método de selección de candidato presidencial, y su Movimiento tiene registrada la propuesta de la consulta abierta.

También es partidaria de que se entregue menos dinero a los partidos, que se elimine el fuero, a favor del piso parejo, no a los chapulines legislativos y el 30 por ciento de candidaturas, a los jóvenes.

Ivonne Ortega es severa contra su propio partido y el Congreso de la Unión, pues los descalifica por obsoletos, anacrónicos, insensibles y traidores a las causas del pueblo.

Reconoció que el PRI mantiene abandonados no sólo a sus militantes de Tamaulipas, sino a todo el país, porque se maneja con egoísmos e intereses que no son propiamente los de la gente.

Dijo que el gobierno está aferrado a una política económica y social que ha probado su fracaso desde siempre (“ahora tenemos dos millones 300 mil pobres más, que cuando se inventó la fórmula mexicana para disminuir la pobreza”), pero se negó a ponerle una calificación al desempeño de Enrique Peña Nieto. La traicionó el gen Pacheco.

Denunció que la cámara de diputados envió a la congeladora su propuesta de reducir el IEPS, que es el impuesto que encarece a las gasolinas, a pesar de estar respaldada por más de 400 mil mexicanos que estamparon su firma en el documento.

Llevó la queja al tribunal electoral del poder judicial de la federación, reconvinieron a la Cámara y la apremiaron a dictaminar, pero no le hicieron caso.

Saludamos en la oficina del PRI de Nuevo Laredo, a su presidente, Viviano Vázquez, al regidor que anda en campaña, Jesús Valdez Zermeño y a muchos colegas, entre ellos, Marcos Pérez.

Marcos no encontró divertido que le recordáramos su gran parecido con Ricardo Gamundi Rosas. Antes se regocijaba cuando lo embromaban con ese motivo, sobre todo si estaba presente el entonces presidente estatal del PRI.

Correo electrónico: albertoguerra65@hotmail.com