El colegio Enrique Rebsamen en la Ciudad de México se convirtió en el ícono de la lucha por rescatar a los heridos en medio de los escombros tras el sismo de 7.1 grados que impactó a los mexicanos. La desgarradora historia de los 32 menores que perecieron durante el derrumbe, pero, sobre todo, la remota posibilidad de que entre los restos pudiera encontrarse una sobreviviente de 12 años llamada Frida Sofía encendió en los corazones de cada uno de nosotros una luz de esperanza y deseo de tener una historia de éxito en medio de tanta tragedia.

Contrario a lo que representa una persona adulta o de la tercera edad, un menor es sinónimo de vida, palabra que en las últimas semanas se ha visto opacada por las catástrofes naturales ocurridas a lo largo del mundo.

Llamémosle “confusión” a ese garrafal error de mantener con vida a una personita que nunca existió, error que puso, por un momento, en tela de duda la credibilidad de los involucrados; a pesar de ello entendemos perfectamente la titánica labor de los elementos de la Secretaría de Marina, rescatistas, voluntarios e incluso a los representantes de los medios de comunicación quienes han estado al pie del cañón, laborando jornadas maratónicas por amor al prójimo.

Después de haber recibido el montón de críticas y mensajes los elementos de la marina no tuvieron más que salir a reconocer la confusión; “la información sobre Frida fue difundida por la Marina con base en los reportes del testimonio de rescatistas. Nueva información recopilada por la tarde y después de recabar censos nos llevó a la conclusión de que no necesariamente es una menor, en caso de haber alguien con vida. Ofrezco una disculpa”, dijo, palabras más, palabras menos el sub secretario Ángel Enrique Sarmiento.

Disculpa aceptada.

Lo anterior trajo a la memoria de aquellos que vivieron de cerca el sismo del 85 la historia de Monchito, un niño de 9 años de quien se creía había quedado enterrado entre los escombros hace 32 años. Al igual que “Sofia”, “Monchito” atrajo la atención de los medios nacionales e internacionales, personajes de la farándula y hasta del entonces presidente Miguel de la Madrid quien giró instrucciones de no suspender la búsqueda.

Investigando un poco de la historia en trabajos periodísticos (porque esta columnista tenía apenas 6 meses de gestación) leímos de la manera en la que los rescatistas identificarían al menor de edad tras asegurar escuchar ruidos entre los escombros. “Sí eres un adulto, da un golpe; sí eres niño golpea dos veces”.

La búsqueda cesó 22 días después con el terrible final de que éste nunca existió.

No perdamos la esperanza de que hay alguien más allá, llámese como se llame, tenga la edad que tenga, que necesita ser rescatado.

Que Dios lo bendiga, gracias comentariodenisse@gmail.com