Vaya que vaya la fuerza que está tomando el tema en los medios de comunicación de Tamaulipas, más aun cuando se trata del rostro que muestra a los fuereños Ciudad Victoria –capital- porque ya se empezó a mover la mano para que algunos o tal vez muchos, no le hagan un “fuchi”.

En la mira de todos está la Central de Autobuses de la capital tamaulipeca y, cómo no, si los visitantes al descender lo primero que se topan es con un muladar, con la suciedad y con el desorden, que les deja un mal sabor de boca, algo que no esperaban.

En el paradero de autobuses y en el interior de la central, se sorprenden –los visitantes- por el aspecto longevo y descuidado de las instalaciones, basura y sanitarios antihigiénicos, que solo son notorios  en un lugar en la pobreza en algún punto aislado del mundo.

Hasta hace dos docenas de años esa central era otra cosa, pero ahora la manita de gato que se había prometido ha quedado en el olvido, lo que desata la risa de todos aquellos que nos visitan y que acuden a este lugar, que concentra los poderes del estado para sacar adelante algunos trámites.

Ya no son visibles aquellos numerosos negocios que adentro operaban y que ahora están convertidos en bodegas de desechos y ratones que huyen cuando escuchan el sonido de algunas pisadas.

Tampoco se nota la operación al cien por ciento de un restaurante que calmaba la sed y el hambre de los numerosos visitantes.

Menos aun las modernas y vistosas instalaciones pintadas con bonitos colores y el equipo de luces que hacían levantar la mirada.

Y que se puede decir del acceso a la central, si se ha convertido en una zona bombardeada, porque los baches abundan y los postes de concreto que dividen el sentido vehicular repletos de varillas de metal que ponen en peligro a los ancianos y a los niños si resbalan, están a la vista de todos.

Y la vigilancia adentro y afuera brillan por su ausencia, al grado que se cuenta que una persona abandonó adentro una maleta color negro y salió corriendo de la central con rumbo desconocido.

Los antecedentes de la construcción de la central todos los conocemos y es ahora que  el alcalde de ciudad Victoria, Eduardo Gattas Báez,  anunció que se está buscando una remodelación, porque la capital de Tamaulipas merece otra cosa.

Eso se ve bien por todos lados, porque la gerencia general de la central pretende hacer lo suyo, mientras que el ayuntamiento, que no tiene competencia en el caso, pondrá su granote de arena.

Lo mismo sucedió ya con las centrales de Matamoros y Reynosa y ahora le toca a Ciudad Victoria.

Según me cuentan, numerosos han sido los jóvenes que ya pisaron la central de la capital tamaulipeca, quienes este inicio de semana regresaron a clases en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, que tiene como líder a Dámaso Anaya Alvarado.

Son estudiantes de fuera que congestionan las aulas en Ciudad Victoria , que concentra la mayoría de las carreras universitarias y que ven a esta capital como su segunda morada.

Por ellos, por los habitantes de ejidos cercanos, por los nativos de otros estados cercanos y por nosotros esa central merece una atención inmediata, porque es uno de los rostros valiosos de la capital tamaulipeca.

Los medios de comunicación, hacen lo suyo.

 Y no tardan en coronarse, con la victoria.

 

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